El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata citó ayer a declarar como investigados a la cúpula de la filial de banca privada del banco británico HSBC en Suiza por los delitos de blanqueo de capitales y organización criminal. Se trata de una pieza separada de la investigación derivada de la lista Falciani, que debe su nombre al informático que sustrajo datos de 130.000 clientes de la unidad helvética del HSBC (2.694 españoles que acumulaban 1.700 millones de euros), en la que trabajó entre el 2006 y el 2008. La decisión se produjo un día después de que el mismo magistrado imputase a siete directivos del Santander y tres del francés BNP por el mismo caso.

El juez considera que hay inicios suficientes, gracias a los informes de los peritos del Banco de España, de que las tres entidades ayudaron a esconder y mover entre España y Suiza rentas y patrimonios a ciudadanos españoles «con la intención de ocultar» esos movimientos a Hacienda.

«Los peritos concluyeron que el funcionamiento del banco HSBC está preparado para la ocultación del patrimonio y datos sensibles de sus clientes», destaca el auto del magistrado. También apunta que el banco facilitaba «activamente» servicios como la creación de sociedades pantalla en paraísos fiscales para ocultar la procedencia y los movimientos del dinero. Los empleados de la entidad incluso advertían a los clientes del riesgo de cruzar la frontera con altas sumas de efectivo, les negaban la posibilidad de recibir todo el dinero en efectivo en España o Portugal cuando la cuantía era alta, y canalizaban la repatriación de los mismos a través de Andorra.

MÁXIMOS RESPONSABLES / Los investigados ocupaban cargos de responsabilidad en HSBC entre 2016 y 2017. Se trata de Christopher Meares y Clive Bannister, consejeros delgados, Peter Widmer, presidente del consejo de administración, Didier Péclard, responsable del servicio jurídico, y Beatriz Sánchez, Pierre-Alain Sigg y María Sánchez, directivos que realizaron «visitas en España a clientes investigados».