Había pocas dudas, pero la autopsia lo confirmó ayer: Miguel Blesa, el ex presidente de Caja Madrid, se suicidó el miércoles en la finca Puerto del Toro, en Villanueva del Rey, con un disparo en el pecho. El informe que recibió el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Peñarroya-Pueblonuevo, encargado de la causa abierta tras el hallazgo del cuerpo sin vida del banquero, no dejó lugar a dudas: «Se ha tratado de una muerte por autolesión por arma de fuego», informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía después del examen practicado al cadáver en el Instituto de Medicina Legal de Córdoba.

Una conclusión que vino a dar la razón a la hipótesis barajada por la Guardia Civil desde el primer momento. La herida, a cañón tocante; la posición del cuerpo; el arma justo al lado del cadáver y las declaraciones de las personas que se encontraban en la finca cuando ocurrieron los hechos ya apuntaban a lo que ayer se confirmó: Blesa, que iba a cumplir 70 años el próximo 8 de agosto y que fue condenado por la Audiencia Nacional a seis años de cárcel por el uso de las tarjetas opacas, viajó de Madrid a Córdoba para quitarse la vida.

Para la reconstrucción de la secuencia de la muerte, los investigadores se basaron en el análisis ocular y en los testimonios de las personas que se encontraban en la finca. Según la investigación, Blesa cogió un rifle del maletero, con el que se fue hasta la parte delantera del vehículo, apoyando la culata del arma en el suelo y situando su pecho sobre el cañón. Acto seguido, accionó el gatillo. Efectuó un único disparo, que provocó que el cuerpo del expresidente de Caja Madrid golpeara con el capó, deslizándose hasta caer desplomado en el suelo junto a una de las ruedas.

Una vez realizada la autopsia, el cadáver fue trasladado al tanatorio de Las Quemadas, donde se encontraban familiares y amigos del fallecido, entre ellos su mujer, Gema Gámez, y sus hermanos Manuel Luis y Ramón. Tras ser incinerados los restos, la familia trasladó las cenizas a Linares (Jaén), de donde era natural Miguel Blesa.

Hoy serán depositadas en el cementerio Virgen de Linarejos, en el panteón familiar en el que están enterrados los padres del banquero, Miguel y María Dolores. Ya por las tarde se oficiará una misa funeral en la parroquia linarense de San Francisco. Fermín Gallardo, uno de los amigos personales del expresidente de Caja Madrid y gestor del coto de caza de la finca en que Blesa fue hallado muerto, aseguró ayer que «Miguel Blesa es Rita Barberá», la exalcaldesa de Valencia. «La presión se cargó a Rita Barberá y la presión se ha cargado a Miguel», afirmó. Según Gallardo, al banquero le «preocupaba» la posibilidad de entrar en la cárcel, después de que fuera condenado a seis años por el uso de las black.

«VINO A PEGARSE UN TIRO»/ Aunque aún se le estaba realizando la autopsia al cadáver cuando hizo estas declaraciones, su íntimo amigo señaló a las puertas del Instituto de Medicina Legal que «todos los indicios apuntan a un suicidio». «Llegó a la finca a unas horas que no son normales; llevaba tres días diciendo que venía y que no; no llevaba equipaje; trajo su propia arma cuando nunca lo hacía y, además, le dijo a Rafa (el otro gestor de la finca) ‘toma el número de mi mujer por si tienes que llamarla’», relató. Todas estas circunstancias hacían pensar lo que Blesa había viajado de Madrid a Córdoba «a pegarse un tiro», como adelantó otro amigo a este periódico a las pocas horas de hallar su cuerpo sin vida. El entorno familiar explicó ayer que Blesa no se encontraba en los últimos días desanimado ni deprimido, aunque sí preocupado por el devenir de la batalla judicial que afrontaba desde hace años.