Uno de los grandes problemas de la defensa de los consumidores españoles es que las decisiones de los servicios de reclamaciones del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros no son de obligado cumplimiento, con lo que las empresas no tienen por qué respetarlas cuando dan la razón al cliente y lo abocan a los tribunales. Pero esto va a cambiar. El nuevo presidente de la CNMV, Santiago Albella, aseguró ayer que los dictámenes de la Autoridad de Protección al Ahorrador e Inversor Financiero que prepara el Gobierno «van a ser vinculantes».

El nuevo organismo asumirá las competencias en la materia de los tres supervisores y, aunque su puesta en marcha probablemente se demore muchos meses, va a suponer un importante cambio. El Banco de España, por ejemplo, dio la razón al cliente en el 74,2% de los casos en el 2015, es decir a 6.000 consumidores, pero los bancos solo acataron el 40% de estos informes favorables (2.400). Subió desde el 25,6% del 2014 principalmente porque las entidades aceptaron en más ocasiones sus equivocaciones con las cláusulas suelo (del 16,4% al 35,4%), pero sigue siendo un porcentaje bajo.