El sector inmobiliario ha resurgido como ave fénix de las cenizas que la crisis económica dejó a su paso. El mercado de la vivienda en Aragón ha salido del «desierto que atravesó del 2008 al 2015» y «se ha reactivado», explica el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Aragón, Fernando Baena. De este cambio de tendencia y otros temas, como las perspectivas del sector, el alquiler turístico y la carga fiscal de la vivienda, debatirán más de 250 profesionales en la sexta edición del Congreso Nacional API que se celebra en el Patio de la Infanta de Zaragoza desde ayer hasta hoy.

A pesar del optimismo, Fernando Baena es partidario de un crecimiento del mercado «moderado». Los precios del 2007, que cayeron con la crisis «un 35%», «no se han recuperado» pero la tendencia es positiva. «Los precios están subiendo en torno al IPC, entre un 1 y 2%», puntualiza el presidente del colegio aragonés, que añade que «la subida de dos dígitos no es deseable».

El ánimo de compra de los aragoneses también está aumentando. Las entidades financieras han eliminado «casi todo su estoc» de viviendas, también la banca «ha abierto el crédito», hay «poca oferta» de viviendas de alquiler y el mercado laboral es «más dinámico», enumera Baena como causas de la recuperación en la compraventa de viviendas.

Por su parte, el presidente del Consejo General de Colegios de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Diego Galiano, pone sobre la mesa algunos de los riesgos del sector. «Hay entidades financieras que están superando el límite prudencial en la concesión de hipotecas al conceder el 100% del valor de algunos inmuebles», señala.

Aunque el grueso de las operaciones corresponde a viviendas de segunda mano, Baena recuerda que Miralbueno y Parque Venecia «son los dos barrrios zaragozanos en expansión en cuanto a vivienda de obra nueva se refiere». En el lado opuesto está el área metropolitana de la capital aragonesa, donde «cuesta más vender».

El incremento de las operaciones de compraventa ha cimentado el renacer de las agencias y del perfil de agente inmobiliario. Aunque en la comunidad no existe un censo de agencias, sí que hay 200 agentes colegiados. En este sentido, Baena se queja de que no existe «un control de apertura de inmobiliarias» y pide una actualización del conocido como decreto Rato del 2000 y que los nuevos establecimientos «cumplan unos requisitos mínimos».