El Gobierno tiene previsto dar una ayuda de hasta 10.800 euros a los jóvenes para la compra de vivienda a partir del 2018 y durante tres años. Así se recoge en el borrador de Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, que presentó la semana pasada y que ha comenzado a debatir con las comunidades y el sector privado para incorporar mejoras.

El plan incorpora un nuevo programa específico de ayuda a los jóvenes para que accedan a una vivienda habitual, ya sea en alquiler como en compra. Así, después de cinco años apoyando solo el alquiler, se incorporan de nuevo apoyos a la adquisición. Podrán pedirla todos las personas que tengan hasta 35 años en el momento de la solicitud.

El Ejecutivo dará hasta 10.800 euros, con un límite máximo del 20% del precio del piso que se va a comprar. Este tope afecta en la práctica básicamente solo a los ámbitos rurales, ya que en las ciudades es difícil encontrar una casa que valga 54.000 euros o menos. Fomento todavía no ha explicado por qué habló de «hasta» 10.800 euros. Es posible que la ayuda sea escalonada según algún tipo de baremo.

Por otra parte, el Gobierno tiene previsto dar una ayuda al arrendamiento de hasta 600 euros mensuales, que podrán llegar a ser 900 euros en «casos justificados» que todavía no ha especificado. Esto supone un incremento, ya que en el plan anterior correspondiente al periodo 2013-2016 (que se prorrogó al 2017) el límite máximo era de 600 euros. La ayuda podrá alcanzar hasta el 50% de la renta mensual a pagar. Para alquileres de entre 600 y 900 euros al mes, supone un alza del 30%.

Los beneficiarios tendrán que demostrar un nivel de ingresos inferior a tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), un índice que nació en el 2004 para sustituir al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) como referencia para la concesión de ayudas públicas. Para pedirla habrá que tener unos ingresos mensuales inferiores a 1.597,53 euros y anuales menores de 19.170,39 o 22.365, según se cobren 12 o 14 pagas.