El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, no pronunció ayer el nombre de su antecesor, Rodrigo Rato, pero su fantasma sobrevoló la junta de accionistas anual de la entidad desde la misma entrada del Palacio de Congresos de Valencia, donde una treintena de perjudicados por la crisis del banco gritaron cánticos contra él (Rato, ratero, devuelve el dinero, Rato, cabrón, trabaja de peón). El ejecutivo, eso sí, hizo una referencia a los problemas que heredó del antiguo gestor para desmarcarse claramente: El banco está logrando buenos resultados "en un contexto complicado por el hecho de que temas del pasado han afectado a nuestra imagen y nuestra gestión. Aunque es muy desagradable y desafortunado, les puedo asegurar que el equipo de Bankia continuará en la misma línea de responsabilidad, profesionalidad y respeto a nuestros principios". El banco, dijo, contribuye ahora a "mejorar la imagen" de España.

Goirigolzarri, empero, sí defendió de nuevo una de las medidas más polémicas adoptadas por Rato, la salida a bolsa de la entidad por la que decenas de miles de accionistas perdieron sus ahorros. Fue, dijo, una operación legal y el banco no puede devolver el dinero porque no tiene base para hacerlo y porque debe defender el patrimonio de los accionistas y devolver las ayudas públicas, aunque sería "más fácil y grato" reintegrar las cantidades, admitió.

La junta fue movida, como es habitual en Bankia, pero menos que en años anteriores. Algunos accionistas incluso acusaron al actual equipo de protagonizar el escándalo de las tarjetas black (afirmando que las usaron para "putas" y "masajes", cuando en realidad fue en época de Rato y en Caja Madrid. La mayoría de la treintena de intervenciones (sobre 1.305 accionistas presentes) fue para reclamar que se devolviera el dinero de la salida a bolsa sin pedirlo en los tribunales.

También hubo sindicalistas que exigiron que no se amplíen los horarios laborales de la plantilla (como ha planteado la banca). Goirigolzarri les advirtió de que el sector debe adaptarse a los horarios de los clientes, porque de lo contrario lo harán otros competidores, en referencia a las empresas tecnológicas.

MÁS GANANCIAS

El ejecutivo también apuntó que prevé que el beneficio del banco experimente un "sustancial incremento" este año. La entidad estima que alcanzará una rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del 10% frente al 6,6% del 2014, lo que supondría alcanzar unas ganancias de más de 1.100 millones de euros, con un incremento de en torno al 47% respecto a los 747 millones del año pasado, ejercicio en el que ya se produjo un aumento del resultado del 83,3% respecto al 2013.