Pese a que el beneficio de Bankia cae (un 13,4% en el primer semestre, hasta los 481 millones de euros), el banco pretende mantener como mínimo el dividendo de 302 millones de euros que pagó a sus accionistas a comienzos de año con cargo al resultado del 2015, según anunció ayer su consejero delegado, José Sevilla. Para ello, podría aumentar el porcentaje de las ganancias que dedica a pagar a los propietarios, un «prudente» 30% el año pasado que admite una «mejora».

Ello implicará la devolución de otros 196,5 millones en ayudas ya que BFA (controlada por el Estado al 100%) posee el 65% del banco. Se sumarían a los 1.304 millones que ingresó en el 2014 por la venta de un 7,5% del capital de Bankia y a los 322 millones que ya ha cobrado en dividendos. En total, 1.822,5 millones, muy lejos (apenas un 8,1%) de los 22.424 millones inyectados para evitar su quiebra. El beneficio del banco cayó por el descenso de los ingresos (16,9%) causado por el descenso de los intereses de los bonos de la Sareb que recibió por sus activos inmobiliarios tóxicos, el menor rendimiento del crédito por los bajos tipos y porque el año pasado todavía no había vendido su banco en Florida. H