Bantierra mueve ficha. La entidad aragonesa está negociando la venta a la Asociación Española de Cajas Rurales -de la que forma parte- de activos inmobiliarios (créditos e inmuebles) por valor de 320 millones de euros para sanear su balance y cumplir los últimos requerimientos de solvencia y capital exigidos por el Banco de España, que hace tres meses emitió una circular contable que eleva las provisiones bancarias por el lastre del ladrillo. Con esta operación, que se espera cerrar en abril, lograría incrementar su ratio de solvencia hasta el 14% (ahora está en el 11,9%), ampliamente por encima del demandado por el regulador, y la morosidad descendería drásticamente del 18% al 6%, según fuentes de la entidad.

Con la creación de esta especie de banco malo, cuyo titular sería la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR), se lograrían resolver las «debilidades» de Bantierra sin necesidad de recurrir a la inyección de fondos públicos a través del Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). También se evitaría la intervención de otra entidad por medio de una operación de compra y, por tanto, la caja surgida en el 2011 de la fusión de Multicaja y Cajalón mantendría así la viabilidad e independencia.

El director general de Bantierra, Luis Ignacio Lucas Domínguez -que lleva un año en el cargo--, dio ayer cuenta de esta operación en una reunión del consejo rector. Esta fórmula de saneamiento deberá recibir ahora el visto bueno del Banco de España.

De hecho, la medida responde a la nueva normativa del organismo supervisor dirigido por Luis María Linde, que en la circular 4/2016 de provisiones bancarias que entró en vigor el pasado 1 de octubre ha obligado a las entidades a incrementar sus provisiones por los activos tóxicos inmobiliarios, lo que ha complicado los planes de las firmas de menor tamaño. Si la venta de activos inmobiliarios no prosperara, una de las alternativa barajadas es la venta a otra entidad. En ese caso, Cajamar, la mayor caja rural de España, sería la principal candidata.

Ayudas del sector

No sería la primera vez que la Asociación de Cajas Rurales sale en ayuda de Bantierra. Esta alianza, en la que están integrada gran parte del sector de banca cooperativa -con la excepción de Cajamar- ha inyectado en la entidad aragonesa 245 millones en tres tramos (73 millones en el 2012, 82 en el 2013 y casi 90 en el 2015). Para lograr estos ingresos, Bantierra cedió a la matriz derechos de cobro en el futuro de comisiones de seguros, planes de pensiones o tarjetas, entre otros conceptos.