El beneficio neto del BBVA cayó el 27,3% en el 2002, hasta los 1.719 millones de euros (286.017 millones de pesetas). La cifra triplica la previsión del banco de junio pasado y responde a una decisión marcada por la "prudencia y la responsabilidad. Hemos adelantado saneamientos futuros, por importe de 421 millones", explicó ayer el presidente de la entidad, Francisco González.

"El BBVA sí que está de compras y tenemos que hacer músculo para las oportunidades que se presenten". De esta forma respondía a su principal rival, Emilio Botín, presidente del SCH, que un día antes había mostrado una disposición totalmente contraria. "No queremos comprar por comprar --añadió González--, pero estamos trabajando en algunos países, como Italia y el sur de EEUU". Otro país donde el BBVA estudia adquisiciones es Portugal.

AMORTIZACIONES Sin los cargos extraordinarios, el beneficio del banco habría sido de 2.146 millones, con una rebaja del 9,2%. "Pero hemos amortizado todos los fondos de comercio y las jubilaciones del 2003", explicó González. También el dividendo a los accionistas sufre una reducción del 9,1%. "Estamos en el podio --agregó--, pero no malgastamos fuerzas en la primera vuelta".

El 2002 ha sido "difícil y complejo", aunque la cúpula del banco es algo más optimista para el 2003. "Queremos quitarnos la presión de los próximos tres años. El futuro es aún incierto y complicado". Para González, una guerra "rápida" en Irak está descontada, pero un conflicto largo afectaría a toda la banca.

.Respecto a las destituciones de consejeros procedentes del Banco Bilbao Vizcaya que forzó por el escándalo de las cuentas ocultas de Jersey, González señaló: "No nos hemos precipitado con esas dimisiones. Entonces, la imagen del banco sufría muchísimo y la entidad está por encima de las personas, aunque tenga que reconocer que lo siento por el sacrificio que han tenido que hacer algunas de ellas".