El Banco Central Europeo (BCE) alaba los avances de la economía española, pero echa de menos más contundencia contra el paro. El presidente del organismo, Mario Draghi, tras tener que interrumpir la rueda de prensa en Fráncfort unos minutos por la irrupción de una joven activista, reclamó al Gobierno de Mariano Rajoy nuevas medidas para combatir el desempleo y reducir la dualidad del mercado laboral (contratos fijos y temporales).

«Para mejorar las condiciones de creación de empleo y reducir la dualidad del mercado laboral son necesarias más medidas», dijo. Y apuntó la importancia de fortalecer las políticas activas de empleo en España (destinadas a colocar a parados).

En todo caso, Draghi reconoció como «incuestionable» la recuperación de la economía española. «Se han creado casi medio millón de puestos de trabajo desde finales de 2013», explicó tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE.

CONTRA LA «DICTADURA»

Pero el verdadero protagonismo mediático de la sesión no fue ni para el hecho de que el BCE decidiera mantener los tipos de interés en el 0,05%, ni de que constatara los beneficios del programa de compra de bonos. Fue para una joven de 21 años que saltó sobre la mesa en la que Draghi daba la rueda de prensa y le lanzó confeti al grito de «acabar con la dictadura del BCE».

Draghi, que no sufrió ningún daño, tuvo el acto reflejo de protegerse con los brazos y echar para atrás la silla en la que estaba sentado.

El BCE aseguró que «está investigando» el incidente. La joven llevaba una camiseta negra con el lema End ECB dick-tatorship -un juego de palabras con los términos ingleses dick (en referencia al órgano sexual masculino) y tatorship, la segunda parte de la palabra dictadura-.

Tras abalanzarse sobre la mesa en la que estaba el presidente del BCE, la joven fue inmediatamente reducida por los efectivos de seguridad de la entidad y sacada de la sala. A los pocos minutos, la rueda de prensa se reanudó.

Los primeros indicios sugieren que la activista «se había acreditado como periodista de agencia de noticias» a la que no representa en realidad. «Como todos los visitantes del BCE, se sometió a controles de identidad, detectores de metales y su bolso pasó por rayos X antes de entrar en el edificio», según el BCE.

El grupo FEMEN, conocido por sus protestas protagonizadas por mujeres en toples contra lo que consideran una dominación cultural, ideológica y económica masculina en todos los ámbitos sociales, políticos y económicos, se atribuyó la responsabiliad de la acción.

En la web de la organización, la activista se identifica como Josephine Markman. También se justifica el incidente como una protesta para denunciar «los métodos dictatoriales y patriarcales del BCE».