Repsol obtuvo un beneficio neto de 698 millones de euros en el primer trimestre de este año, lo que supone un incremento del 59% con respecto al mismo periodo del año pasado. La compañía presidida por Antoni Brufau atribuye esta evolución a los planes de eficiencia y flexibilidad para adaptarse a un contexto de precios bajos del petróleo.

Los negocios de la empresa siguieron una senda positiva, en especial la producción y exploración, con 224 millones euros, 8,3 veces más que en el primer trimestre de hace un año. En refino y otras actividades se alcanzaron los 500 millones, el 10% menos, aunque con mejoras en trading, la venta de carburantes en gasolineras o refino en Perú.

Gracias a esta evolución, el resultado de explotación fue de 1.844 millones de euros, un 80% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Los proyectos en curso del programa de ahorros y eficiencias contabilizaron en el primer trimestre más de 500 millones de euros del objetivo establecido para el 2017.

La producción media del trimestre fue de 693.400 barriles equivalentes de petróleo al día, superior a la obtenida al cierre del 2016 e impulsada por la aportación de Reino Unido, Libia y Brasil.