Todas las empresas, desde una tienda de ropa a una industria, querrían tener un gran exprimidor de datos para sacar todo el jugo a la información que aportan sus clientes o sus máquinas y obtener así ventajas competitivas o beneficios económicos. El reto del Big data, que ahora parece muy lejano, puede ser una realidad más pronto que tarde. De hecho, los expertos aseguran que llegará a corto plazo a todos los sectores. «Vemos que se está democratizando; ya no solo pueden acceder las grandes empresas y eso es muy importante porque esta tecnología sirve para todo tipo de firmas», destacó ayer el gerente de la compañía Bosonit, Miguel Fernández, en el transcurso de la jornada Aplicaciones prácticas de la Ciencia de Datos.

La cita, organizada por el clúster aragonés de innovación Idia, reunió en el Patio de la Infanta a varias empresas ubicadas en la comunidad que ya están aplicando el Big data en su día a día. Una de ellas es la zaragozana Predictland, que pone su conocimiento al alcance de otras firmas. «Aplicamos la ciencia de datos para conseguir sacar el máximo partido de los mismos y aportar todo el valor posible a cualquier negocio», explicó su máximo responsable, Javier Orús, que apuntó que de momento están trabajando sobre todo para el sector servicios y de retail. «No estamos especializados en ninguno porque las técnicas son las mismas y sirven para todo tipo de firmas», añadió.

En este sentido, Orús destacó la potencialidad de esta tecnología. «Si conoces mejor a tus clientes puedes adelantarte a sus opciones de compra o realizar estrategáis de márketing especializadas y más efectivas», indicó. Así, por ejemplo, comentó que con apenas tres variables es posible predecir qué producto les puede interesar a un grupo de clientes en concreto. «De momento pocas pequeñas firmas saben lo que es el Big data, pero cuando les enseñas sus aplicaciones potenciales abren los ojos», subrayó.

Opel España los tiene abiertos desde enero del 2016, cuando empezó a desarrollar iniciativas aplicando esta tecnología. «Al principio estábamos un poco perdidos porque al hacer un inventario nos encontramos con un bosque de datos: en Figueruelas teníamos más de 6.000 dispositivos inteligentes capaces de generar información», explicó el responsable de esta campo en Opel España, Fernando Espiau.

En poco tiempo, han conseguido grandes logros y aplicando el Big data son capaces de prever posibles averías en máquinas, problemas de pintados o de mejorar sus consumos energéticos.

«En el fondo se trata de saber cómo convertir el petróleo (los datos) en gasolina (la información)», destacó Juan Manuel Pérez, de la firma aragonesa Idiogram, que presta sus servicios a empresas del sector industrial, de defensa o del retail.

En la jornada, los expertos alertaron también de la falta de mano de obra cualificada para poder desarrollar esta nueva tecnología. Unos trabajadores que, entre otros, deberán tener conocimientos de matemáticas, programación o estadística.