La sociedad que gestiona en la actualidad Blanco, Global Leiva, actualmente en concurso de acreedores, no se hará cargo de los salarios ni de las indemnizaciones de los cerca de 800 trabajadores que aún mantiene la compañía, según informaron a Efe fuentes sindicales.

Así, los empleados de Blanco, abocados a un expediente de regulación de empleo (ERE), deberán recurrir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), que avala el pago de indemnizaciones y salarios a los trabajadores de empresas insolventes o en concurso. En noviembre, Blanco (Global Leiva) presentó concurso de acreedores y en diciembre puso en marcha el proceso para cerrar sus 102 tiendas y despedir a sus entonces 818 trabajadores (de los que han causado baja unos 30 en las últimas semanas).

Los sindicatos y la compañía mantuvieron ayer una reunión que finalizó sin acuerdo y en la que los primeros pretendían que Blanco se hiciera cargo tanto de los salarios adeudados como de las indemnizaciones de los empleados afectados. Los primeros despidos se producirán en la primera quincena de febrero y sólo se mantendrán abiertas unos meses unas seis tiendas para liquidar existencias.