La bolsa vivió ayer una jornada muy oscura o roja, según como se mire. El Ibex-35, el principal indicador bursátil español, acabó el día con un retroceso del 4,44%, hasta los 8.122,10 puntos, al nivel de julio del 2013 y la mayor caída en una jornada desde agosto. Las caídas afectaron a todos los valores. ArcelorMittal, con un 7,69%, Gamesa, con el 7,66% e IAG, el grupo aéreo del que forma parte Iberia, con el 7,60% encabezaron las pérdidas en la sesión de ayer, pero ningún título se libró de la fiebre vendedora. En lo que va de año, el mercado de renta variable español acumula un retroceso que se sitúa casi en el 15%.

Los paneles se tiñeron de rojo en todos los parquets, incluídas las plazas más importantes de Europa, como Londres, con el -2,71%; París, con el -3,20%; o Fráncfort, con el -3,30%. El Eurostoxx-50 cedió el 3,27%.

No existe ningún elemento concreto que provoque los descensos, pero a la vez hay muchos, que persisten y que abarcan desde la caída del petróleo hasta el debilitamiento en el crecimiento de China, la segunda economía mundial; o las dudas sobre la situación real de los bancos.

Las últimas estimaciones de la OCDE, organismo que agrupa a las economías más industrializadas del mundo, contribuyen a generar incertidumbre. La entidad observa un crecimiento desigual entre las economías emergentes, entre las que se encuentra la china. Los datos que analiza la organización dirigen la mirada ahora hacia Rusia, cuya economía pierde gas. Todo ello no hace más que avivar los temores sobre una posible ralentización económica global.

Los expertos, además, consideran que el mercado ya descuenta que la Reserva Federal de EEUU (la Fed) subirá los tipos de interés en breve y la economía, consideran, no está preparada para soportar un aumento del valor del dólar.

En Europa destacó la Bolsa de Atenas, el Athens General-Composite (ATG) con un desplome del 7,8%, hasta situarse en los niveles de 1990. Los analistas lo atribuyen al resurgir del fantasma de un fracaso del programa de rescate y a unas posibles nuevas elecciones.

Los acreedores abandonaron Atenas el viernes sin haber logrado avanzar en la primera ronda de negociaciones para la primera revisión de este tercer rescate griego y aplazaron a las próximas semanas asuntos tan importantes como la reforma de las pensiones, la financiación a medio plazo del país, o la gestión de la cartera de créditos morosos de la banca.

MÁS INCERTIDUMBRE

Wall Street también inició la sesión a la baja, lo que no ha hizo más que propiciar las ventas en los mercados europeos, que habían comenzado el día con más tranquilidad al no abrir las bolsas asiáticas, por la celebración del año nuevo chino.

El Dow Jones llegó a ceder más de 350 puntos y registraba un descenso de alrededor del 2% a media sesión. El índice de las compañías tecnológicas, el Nasdaq, aún se vió más penalizado, con una caída del 3%.

A su vez surgen nuevas víctimas en EEUU entre las compañías especializadas en obtener nuevos hidrocarburos mediante fracturación hidráulica o fracking, como consecuencia de unos precios del petróleo que hacen inviables muchas explotaciones. El crudo es uno de los elementos que provoca volatilidad. El barril de Brent, la calidad de referencia en Europa se mueve en nivel de los 33 dólares y el West Texas llegó a caer por debajo de los 30 dólares.

MENOS CONFIANZA

En España, la prima de riesgo con respecto al bono alemán a 10 años, que es la referencia para los inversores, llegó a superar los 150 puntos básicos, un nivel que no alcanzaba desde septiembre pasado. A las cuestiones domésticas, como el riesgo de inestabilidad política se suma la globalización de la incertidumbre. Además, también influyó el dato de confianza de la zona euro, que se deterioró más de lo previsto durante el mes de febrero por las preocupaciones sobre la economía mundial.

En esos momentos, los inversores viran hacia los activos que perciben como más seguros, como la deuda alemana, los bonos del Tesoro de Estados Unidos o el lingote de oro, que ha alcanzado sus mayores cotas en ocho meses, al situarse en 1.190,70 dólares.

En este sentido, los títulos de deuda estadounidense a 10 años cayeron hasta una rentabilidad del 1,75%, como consecuencia de la elevada demanda existente. La rentabilidad de la renta fija discurre en sentido inverso al precio. Cuando hay mucha demanda y aumenta el precio se reduce la rentabilidad y viceversa.

En Europa destacó la Bolsa de Atenas, el Athens General-Composite (ATG) con un desplome del 7,8%, hasta situarse en los niveles de 1990. Los analistas lo atribuyen al resurgir del fantasma de un fracaso del programa de rescate y a unas posibles nuevas elecciones.

Los acreedores abandonaron Atenas el viernes sin haber logrado avanzar en la primera ronda de negociaciones para la primera revisión de este tercer rescate griego y aplazaron a las próximas semanas asuntos tan importantes como la reforma de las pensiones, la financiación a medio plazo del país, o la gestión de la cartera de créditos morosos de la banca.