Los mercados recibieron este viernes con un fuerte bajón el nombramiento como nuevo consejero delegado del grupo franco-holandés Air France-KLM del canadiense Benjamin Smith, cuya llegada ha sido muy criticada por los sindicatos, con los que va a tener que lidiar para evitar nuevas huelgas en los próximos meses.

Las acciones de Air France-KLM llegaron a bajar el 4,75% durante la jornada en la Bolsa de París, aunque después la caída se suavizó para cerrar en el -3,09%.

Sus títulos habían empezado la sesión ligeramente al alza, pero tras unos minutos, en que llegaron a negociarse a 9,108 euros, iniciaron un fuerte descenso acentuado durante la mañana y la primera hora de la tarde.

Pese a esta evolución de las últimas horas, su valor en el parqué ha subido un 20% en el último mes, lo que no impide que desde comienzos de año acumule una depreciación superior al 36%.

Crisis abierta

Smith fue designado ayer por el Consejo de Administración para poner fin a la crisis abierta con la dimisión el pasado 4 de mayo de Jean-Marc Janaillac, que se sintió desautorizado tras perder un referéndum que él mismo había convocado entre el personal para acabar con el conflicto salarial que enfrentaba a la dirección con los sindicatos.

Las huelgas en Air France la pasada primavera por esas diferencias salariales, que no se han resuelto y pueden dar lugar a nuevas convocatorias de paros, le costaron a la compañía más de 335 millones de euros.

El futuro director general del grupo franco-holandés, que hasta ahora ha sido el número dos de Air Canada y asumirá su nuevo puesto como tarde el 30 de septiembre, cuenta con el respaldo del Estado francés, que controla el 14,3 % del capital.

La intersindical de Air France, sin embargo, considera "inconcebible que la compañía, francesa desde 1933, caiga en manos de un dirigente extranjero cuya candidatura la habrían apoyado" grupos competidores, en concreto el estadounidense Delta Air Lines y China Airlines, cada uno de los cuales tiene el 8,8 % de acciones.