Los mercados ya daban por descontada una victoria de Syriza en elecciones griegas. Con todo, la victoria del partido de Tsipras ha tenido un efecto bajista en los mercados europeos de renta variable. Los principales mercados europeos iniciaron la sesión con pérdidas que se han ido moderando a medida que ha avanzado la cotización, aunque se mantienen los números rojos.

La Bolsa de Atenas fue la que reaccionó con un descenso mayor, del 5 %, mientras que el bono griego a 10 años cotizaba en el mercado secundario al 8,70 %, en niveles muy parecidos a los de la jornada anterior, así como la prima de riesgo, que alcanzaba los 834 puntos básicos.

Entre los principales 'parquets' europeos, la Bolsa de Londres bajaba en la apertura el 0,58 % para situarse en los 6.793,20 puntos. El DAX de Fráncfort cede el 0,51%, mietnras que el Ibex 35 ha reaccionado con un moderado descenso del 0,37 % a la victoria sin sorpresas de Syriza. Tras una campaña centrada en pronunciarse contra las políticas de austeridad y contra la sumisión a la troika, la coalición Syriza se alzó ayer con una clara victoria en las elecciones generales griegas, al borde la mayoría absoluta.

Los primeros en evaluar la situación política de Grecia y sus consecuencias para Europa serán los ministros de Economía y Finanzas, que analizarán hoy una nueva extensión del segundo rescate al país heleno.

Tanto el euro como el barril de petróleo Brent comenzaron la sesión a la baja en sus respectivos mercados, de modo que la moneda única europea se cambiaba a 1,1217 dólares, y el crudo de referencia en Europa cotizaba en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres a 48,26 dólares, un 1,08 % menos que al cierre de la jornada anterior.

La evolución bajista del euro continuó ya se puso de manifiesto en el mercado de Tokio, donde llegó a tocar los 1,1155 dólares, que es el nivel más bajo en los últimos 11 años y 4 meses. Sin embargo, esta mañana está subiendo un 0,25%. La sacudida de ayer se añade a la caída de la cotización que la divisa ya sufrió la semana pasada después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciase una expansión monetaria sin precedentes.