La Comisión Europea (UE) dio ayer una alegría a medias a los miles de fruticultores que están sufriendo este verano una colosal crisis de precios por el exceso de producción --melocotones, nectarinas y paraguayos—y por los efectos del veto ruso, un mercado crucial para el sur de Europa. Bruselas aprobó ayer la retirada de 20.000 toneladas en España, lo que viene a aliviar solo en parte el exceso de fruta acumulada en las últimas semanas en las cámaras y los almacenes de cooperativas y centrales.

Los sindicatos agrarios habían pactado con el Gobierno de Aragón y el catalán -las dos comunidades más afectadas-- solicitar a Bruselas, a través del Ministerio de Agricultura, la retirada de 40.000 toneladas, de ahí que el sector considere «insuficiente» la cifra acordada. En estos momentos, entre Cataluña y Aragón superan las 85.000 toneladas de fruta acumulada sin salida al mercado, una situación que ha provocado que muchos fruticultores vendan muy por debajo del coste de producción (entre 18 y 22 céntimos el kilo) y otros no sepan ni siquiera el precio de su cosecha.

SITUACIÓN «CRÍTICA»

El director general de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, José María Salamero, reconoció ayer a este diario que la situación del sector es «crítica» y consideró que la medida aprobada «va a aminorar el problema», si bien dijo que Aragón había presentado una solicitud de retirada de 20.000 toneladas. Pese a todo, Salamero indicó que las expectativas iniciales de la reunión «no eran positivas», por lo que se mostró «satisfecho» del resultado final.

«Creemos que esta cantidad es insuficiente porque se habían pactado 40.000 toneladas», apuntó el secretario general de UAGA, José Manuel Penella, que, no obstante, subrayó la necesidad de que las 20.000 toneladas aprobadas se retiren lo antes posible para que no se echen a perder.

Mientras, ASAJA señaló que evaluará la propuesta de la Unión Europea, aunque defendió la necesidad de dar un solución definitiva a la crisis del sector desde la imposición del veto ruso en 2014. «Estas medidas tienen que ir desde soluciones rápidas y de urgencia para dar un respiro a la economía de los productores, como puede ser la retirada de fruta, hasta medidas estructurales para dar rentabilidad a las explotaciones, como pueden ser búsqueda de nuevos mercados».

EN PIE DE GUERRA

Pese a la respuesta de Bruselas, los sindicatos agrarios, productores y el sector frutícola, en general, están llamados hoy a secundar una protesta convocada desde Aragón y Cataluña.

Las propias organizaciones agrarias calculan que alrededor de mil agricultores acudirán hoy a Soses (Lérida) donde está previsto llevar a cabo tres cortes de la autopista AP-2 entre las 9.00 y las 13.00 horas. Varios partidos políticos, entre los que se encuentra el PAR, Podemos e IU han anunciado su respaldo a la protesta, al tiempo que han apuntado su presencia en apoyo de los productores de fruta.

EFECTOS RETROACTIVOS

Los agricultores no descartan una nueva movilización del próximo día 6 de septiembre en Madrid, aunque todo dependerá de los resultados de la reunión que se celebrará en Madrid el próximo lunes para establecer el procedimiento para la retidada de las 20.000 toneladas de fruta.

Esta medida se llevará a cabo, si el reglamento europeo lo permite, en torno al 5 o 6 de septiembre y será con carácter retroactivo con fecha del 3 de agosto. En otras palabras, «las empresas a partir del 3 de agosto entrarán dentro de la retirada», explicó el secretario general de Asaja, Ángel Samper. Asimismo, a partir del 3 de septiembre se podrá entregar la fruta al banco de alimentos.

Por otro lado, dado el carácter estructural de los problemas del sector, Agricultura ha anunciado la convocatoria de un grupo de trabajo con el sector en otoño para llegar a un acuerdo para la puesta en marcha de medidas de medio y largo plazo que permitan reestablecer el equilibrio entre oferta y demanda en el sector.

El director general de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón aseguró que es preciso «dar solución a un problema estructural» para no recurrir siempre a la retirada.

Salamero apuntó al respecto que la DGA prevé convocar al sector el próximo mes de septiembre para «sentarnos a hablar y analizar la situación seriamente. En este sentido, precisó que será necesario abordar medidas de organización, así como de promoción y comercialización para poder afrontar posibles futuras crisis con un sector más sólido y fuerte.