La Comisión Europea propone revisar el reglamento sobre pagos transfronterizos. Esta vez para equiparar el terreno de juego entre consumidores de la zona euro y aquellos que residen en otros estados miembros y que pagan comisiones mucho más elevadas por hacer pagos o transferir euros. Además, Bruselas propone incluir nuevos requisitos para garantizar que los consumidores tienen información suficiente para saber si conviene pagar en euros o en moneda local cuando viajan y hacen operaciones en otros países.

Actualmente, admite el Ejecutivo comunitario, no reciben la información necesaria para saber si les conviene pagar en euros o en la divisa local cuando viajan a otro país europeo con el que no comparten moneda. La idea que plantea ahora Bruselas es que antes de comprar o sacar dinero en un cajero en el extranjero los ciudadanos sean informados del coste de las tasas de cambio, ya que la falta de esa información hace que en muchas ocasiones los consumidores sean dirigidos de forma desleal hacia ofertas más costosas.

El plan, que ahora deberá ser refrendado por Consejo y Parlamento Europeo, incluye un periodo transitorio de tres años durante el cual la Autoridad Bancaria Europea (EBA en sus siglas en inglés) tendrá que desarrollar una guía práctica. La asociación europea de consumidores (BEUC en inglés) ha urgido al legislador europeo a tener en cuenta el comportamiento real de los ciudadanos a la hora de diseñar los nuevos estándares.

"Es hora de eliminar la opacidad que rodea a estas prácticas. Los consumidores prefieren pagar en la moneda a la que están acostumbrados pero no están al tanto que pagan más. Esta propuesta aumentará la transparencia", ha valorado la directora de BEUC, Monique Goyens.

Equiparación UE-Eurozona

El otro gran foco de la propuesta se refiere a las comisiones transfronterizas. La normativa europea actual ya garantiza que las comisiones que las entidades bancarias aplican en la zona euro al realizar transferencias, pagos con tarjeta o retirar efectivo en otro país europeo deben ser equivalentes a las que cobraría a nivel doméstico en el país origen. Con los cambios propuestos este miércoles se trata de que los ciudadanos y empresas de los Estados miembros que no tienen el euro como moneda también se beneficien de esta situación y solventar las enormes discrepancias que existen en la actualidad.

Por ejemplo, una transferencia de 10 euros entre Bulgaria, país que no está en el euro, y Finlandia, que sí lo está, puede oscilar entre los 15 y los 24 euros. Desde el Reino Unido entre 4,5 y 11,3, desde Rumanía entre 9,8 y 14,9 euros y desde Croacia entre 4 y 10,8 euros. "Es una barrera a los intercambios transfronterizos que va en detrimento del mercado único" y plantea el problema "de la igualdad de trato entre ciudadanos y empresas en la UE", alega la Comisión Europea que defiende un reequilibrio de la situación para que las entidades bancarias de los bancos situados en Estados miembros de fuera de la zona euro también rebajen el precio de las comisiones al euro que rondan actualmente las transferencias.

La propuesta, que se aplicará solo a los pagos que se realicen en euros, es necesaria -argumenta Bruselas- porque solo un país de fuera de la eurozona, Suecia, ha optado por seguir la normativa europea y alinear las comisiones que cobran sus bancos por operaciones transfronterizas con corona sueca a aquellas que se realizan a nivel doméstico en la misma moneda.