El número de extranjeros a los que se autoriza a trabajar en España volvió a caer en el 2016 y actualmente se conceden siete veces menos permisos que antes de la crisis. La bajada fue mucho más acusada el año pasado en Castilla-La Mancha, con 2.592 autorizaciones (un 58% menos), Asturias (-36%) y Aragón (-24%). Zamora y Teruel, con cuatro permisos cada una, fueron las provincias con menos autorizaciones.