Si tradicionalmente el verano beneficiaba a los jóvenes estudiantes que aprovechaban los meses de verano para obtener un dinero extra y tener su primer contacto con el mercado laboral, este año el perfil del trabajador cambiará considerablemente. Así, los jóvenes tendrán que competir con más de cuatro millones de parados (81.000 en Aragón), cuya situación de desempleo dará lugar a que se interesen por puestos en que antes no reparaban.

Dentro de estos nuevos trabajadores veraniegos, las amas de casa jugarán un papel importante, ya que muchas de ellas decidirán incorporarse al mercado laboral con el fin de aportar unos ingresos extras a la unidad familiar. Las personas mayores de 40 años, por su parte, uno de los grupos más afectados por los despidos masivos, también buscarán un trabajo, aunque sea eventual, para hacer frente a su difícil situación.