El campo español ha sido la diana de una de las primeras medidas proteccionistas lanzadas por el presidente de EEUU, Donald Trump, en el ámbito del comercio internacional. El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado esta semana la apertura de una investigación para determinar si las importaciones de aceitunas de España incurren en competencia desleal y si los productores españoles reciben «subvenciones injustas».

«El Departamento de Comercio garantizará una evaluación completa y justa de los hechos y, si se incumplen las normas, actuará rápidamente para detener cualquier práctica comercial desleal», dijo el secretario de Comercio de Estaos Unidos, Wilbur Ross, en un comunicado.

De determinar que los productores y exportadores de aceitunas españolas cometen competencia desleal, el Gobierno de EEUU podría imponer derechos compensatorios a su importación.

La investigación se ha abierto a raíz de una petición presentada el 22 de junio pasado por la Coalición para el Comercio Justo de Aceitunas Maduras, cuyos miembros son las empresas californianas Bell-Carter Foods y Musco Family Olive. Esas empresas consideraron que los márgenes por los que las aceitunas españolas son vendidas en EEUU por debajo de los precios de mercado son de entre el 78 y el 223% y que el nivel de las subvenciones es significativo.

La patronal de exportadores Asemesa ya ha rechazado las acusaciones del Gobierno de Estados Unidos y está «recabando toda la información y preparando la defensa» frente a este caso. «Vendemos a los precios de mercado que nuestras empresas son capaces de hacer» y «somos muy competitivos, como líderes mundiales en producción y en exportación», indicó el el secretario general de la patronal, Antonio de Mora.