Excelente en calidad pero con menos producción de la esperada. Esta es la previsión de la recién iniciada vendimia de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Cariñena, que estima la recogida de más de 70 millones de kilos de uva, unos 10 millones menos de los cuantificados inicialmente por la sequía.

"La climatología va a marcar mucho la campaña", lamentó Antonio Ubide, presidente del consejo regulador, durante la presentación ayer en Zaragoza de una nueva edición de la campaña El Vino de las Piedras. "El efecto de la sequía está siendo contraproducente", abundó, puesto que ha retrasado la maduración y ha reducido el número de kilos que se cosecharán. En cambio, la uva tendrá "una gran calidad". Los vinos, explicó, tendrán una intensa concentración aromática y una elevada expresión de color debido a que el tamaño del grano ha quedado reducido y la cantidad de pellejo en relación a la pulpa es alta.

Otro de las consecuencias de la falta de lluvia será la prolongación de la vendimia, que ha comenzado de manera esporádica en el 60% de las bodegas y podría extenderse hasta el 8 o 10 de noviembre.

No obstante, el 2016 está siendo un "buen año" para la DO Cariñena desde el punto de vista comercial, según aseguró a preguntas de los periodistas. En concreto, las bodegas de esta demarcación vinícola aragonesa prevén elevar entre un 5% y un 7% sus ventas.

"Estamos afianzando marcas y todos los mercados de exportación están creciendo", subrayó Ubide. Destacó sobre todo la gran acogida que estos caldos están teniendo en Estados Unidos y Cánada: "Son países con 200 años de historia. El Vino de las Piedras evoca la historia y el territorio y eso les atrae mucho". "Somos profetas en esta tierra, lo que pasa es que no se nos reconoce siempre", concluyó.