El consejero delegado de Caja3, Luis Miguel Carrasco, dibujó ayer a las plantillas de CAI, Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos un futuro más que negro, originado por el "significativo" riesgo inmobiliario que tiene el grupo, así como por la crisis económica que sufre España desde el año 2008. "El sector y el país han perdido el control", llegó a decir para tratar de explicar que quien manda hoy por hoy es Bruselas y que ya no existe margen de maniobra. Y recordó: "La UE sabe que nadie ha devuelto un euro desde que se dieron las ayudas". Carrasco también reconoció que existe un exceso de capacidad, ya que existen oficinas en la red que no son rentables.

En la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza y ante más de 700 empleados de CAI --los de Burgos y Badajoz lo vieron por videoconferencia--, el directivo incidió en la mala gestión realizada hasta el 2010 para justificar la situación actual del grupo, que este año podría cerrar con unas pérdidas cercanas a los 800 millones de euros.

"Vosotros no sois culpables de esto, pero seguramente vais a pagar las consecuencias". Y añadió: "No ha habido un error técnico grave, ni una carencia nuestra, sino que hemos sido víctimas de una situación externa que no hemos podido gestionar". Además, repitió en más de una ocasión que "no hemos tenido tiempo". Pese a ello, remarcó las virtudes del grupo y no ahorró elogios para la plantilla, ya que el negocio minorista es "sano" y "rentable". De hecho, incidió en que la entidad tiene la segunda mejor cartera de créditos a empresas.

EL MAL MENOR

Carrasco trató de convencer a los trabajadores de que la fusión por absorción acordada con Ibercaja --que supone el despido de 592 empleados y el cierre de 187 oficinas-- es el menor de los males, dado el "drama inmobiliario" que sufre el grupo. Caja3 --dijo-- es "la segunda entidad de España" con más problemas ligados al ladrillo e, incluso, dijo que tiene "más concentración inmobiliaria que Banco de Valencia, entidad nacionalizada.

En esta línea, el consejero delegado de Caja3 trató de incidir en que la solución de Ibercaja es la mejor en las actuales circunstancias --"en Banco Nova Galicia ya van por el cuarto ERE", avisó--, aunque sí dijo que la entidad presidida por Amado Franco ha puesto sus condiciones durante la negociación de la operación. En concreto, sus exigencias fueron básicamente que no entrase el FROB en la nueva entidad y que la reestructuración no afectase a Ibercaja, señaló Carrasco. En cualquier caso, "el objetivo ahora es salir cuanto antes de esta situación, buscar la protección de Ibercaja y huir de esta trampa", sentenció.

Durante todo el discurso de Carrasco, que compareció en solitario frente a un atril, los empleados de Caja3 permanecieron atentos y en silencio, aunque al término del mismo el consejero delegado del grupo recibió una sonora pitada con gritos de algunos trabajadores que pedían su dimisión. Antes de eso, el propio Carrasco pidió disculpas a la plantilla, aunque subrayó que "hemos sacado al proyecto todo lo que tenía" y precisó que el grupo generó 550 millones desde el 2010, gracias a los cuales "se han conseguido salvar muchos empleos".

DIMISIÓN

Pese a ello, el directivo anunció que el pasado lunes puso su cargo a disposición del consejo de administración, aunque "por unanimidad valoró que debía de seguir". Pero Carrasco fue más allá, y dijo: "Tengo el buzón del consejero delegado abierto. Podéis pedir mi dimisión. Si recibo masivamente esa solicitud, la entenderé", proclamó entre murmullos.

Durante su intervención, el directivo de Caja3 puso énfasis en el proceso vivido desde la negociación del SIP con la Caja de Canarias y Caja Rioja, que acabaron nacionalizadas engullidas por Bankia, hasta la última operación con Ibercaja. Durante todo ese tiempo se cruzaron por el camino muchas entidades en las múltiples negociaciones mantenidas. Incluso, dijo Carrasco, "se han explorado otras opciones alternativas al margen de Ibercaja". Entre ellas citó al BBVA, La Caixa, Banco Sabadell y Kutxabank. Sobre el divorcio con Liberbank dijo: "Nos ha consumido muchoa energía, tiempo y recursos todo este año".

UN LARGO PROCESO

Uno de los puntos clave del devenir de CAI y de Caja3 ha sido, a juicio de Carrasco, los continuos decretos que han obligado a provisionar los activos tóxicos a las entidades financieras.

No obstante, Carrasco dijo que siempre existió la posibilidad de "desguazar" la entidad, pero no era la solución, y recordó que ante Bruselas solo hay dos opciones: Caja3 con Ibercaja o en solitario y nacionalizados.