CCOO denunció ayer las «prácticas antisindicales» desarrolladas por el grupo GSS en sus dos call center de Ateca y Calatayud. Entre otras cosas, el sindicato criticó el despido de la presidenta del comité de empresa, Mercedes Roldán, y lo interpretó como una «clara represalia» por las denuncias que la también secretaria general de CCOO en Calatayud ha venido realizando ante la Inspección de Trabajo alegando irregularidades en la contratación de la compañía (sobre todo en lo relativo al alto índice de temporalidad). Roldán, además, también había llevado personalmente a juicio a la firma por «coacción sindical», un proceso que ganó la trabajadora.

«La han despedido alegando temas de absentismo, cuando la empresa nunca ha realizado despidos por este motivo», denunció la secretaria general de la federación de Servicios en CCOO Aragón, Marta Laiglesia, que subrayó que el grupo «está recibiendo subvenciones del Ayuntamiento de Ateca».

Por todo ello, el sindicato no descarta movilizarse para exigir que la compañía readmita a la trabajadora. Y eso es precisamente lo que exige Roldán, quien va a presentar una denuncia por la vía judicial. «Yo solo pido reincorporarme a mi puesto», indicó Roldán, que denunció la «persecución sindical» de GSS.

Actualmente, los dos centros del grupo emplean a unas 190 personas y, según indican fuentes sindicales, «buena parte de la plantilla son empleados temporales». «Hay gente que lleva tres años con contrato de ETT», afirma Roldán.

En total, ambos centros llegaron a emplear en su pico de actividad (a principios del 2014) a más de 350 trabajadores. A finales del 2014, la empresa comunicó que iba a contratar a 300 teleoperadores en un plazo de seis meses y que a lo largo del 2015 pretendía alcanzar los mil empleados, unas cifras que no han llegado ni a atisbarse.

BAJOS SUELDOS / Actualmente, el centro de Ateca, que abrió en mayo del 2011, presta sus servicios de atención telefónica a Obsidiana (grupo Bankinter), Mutua Madrileña y el RACC. Por su parte, el de Calatayud, que se inauguró en noviembre del 2013, trabaja para Vodafone, Sanitas y Remark (seguros). La gran mayoría de los teleoperadores de GSS Aragón son mujeres de entre 20 y 40 años que cobran unos 700 euros al mes.