El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) abrió este fin de semana una nueva etapa con una renovación de mensajes y de dirigentes y con el reto más inmediato de lograr con la patronal una acuerdo de subida salarial y una pauta de negociación colectiva que proteja a los trabajadores ante un nuevo mercado laboral «injusto».

Unai Sordo, el relevo de Ignacio Fernández Toxo, aseguró en la clausura del 11º congreso que él y su equipo se van a «dejar la piel» en este empeño y en adecuar la estructura del sindicato a un mundo más tecnológico y con nuevas relaciones laborales, especialmente para los jóvenes.

Lograr unos salarios dignos y acabar con la precarización son las dos tareas más inmediatas que se fijó ayer el nuevo líder de CCOO. Sordo esperó que la patronal muestre voluntad para cerrar el acuerdo de salarios porque, en su opinión, la demanda interna debe contribuir al crecimiento, aunque no será posible si los sueldos suben el 1,2% mientras la economía crece el 3%. «El país no puede instalarse en la precariedad y la temporalidad. No puede ser que cuando llega una crisis se despida a los más precarios. Esto produce una auténtica segregación laboral además de ser injusto e ineficiente económicamente», afirmó reiteradamente en su discurso de clausura.

Cara al interior de la organización, el congreso aprobó una serie de propuestas organizativas para hacer un sindicato «más dinámico» que vuelva a juntar las piezas de unas relaciones laborales que «la empresa ha desintegrado» durante los años profunda la crisis.

ELECCIÓN DIVIDIDA / Sordo fue elegido en la madrugada del viernes al sábado secretario general con el 88,8% de los votos de los 751 delegados, que mostraron su disconformidad, no obstante con la composición de la nueva comisión ejecutiva que obtuvo un respaldo del 61,2%.

La presencia en la lista de Francisco Carbonero, exsecretario general de Comisiones Obreras en Andalucía, que el jueves fue implicado por el juez del caso de los ERE, no gustó a una parte de los delegados, aunque tanto Sordo como su antecesor defendieron su gestión.

La nueva ejecutiva está compuesta por ocho mujeres y siete hombres más el secretario general, lo que supone una paridad total. La madrileña Mercedes González, de 54 años, será la nueva secretaria de acción sindical, un puesto clave, el tercero en importancia de la central. Sordo pretende reforzar también la secretaría de formación.