Los principales sindicatos en Aragón, UGT y CCOO, anunciaron ayer su adhesión al calendario de movilizaciones que estas dos organizaciones han convocado a nivel nacional para reclamar unos salarios dignos ante la subida de precios y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Por ello, ambas organizaciones hicieron ayer un llamamiento a los trabajadores para que participen en la primera concentración que se celebrará este domingo 19 de febrero, a las 12 horas, en la plaza España de Zaragoza. En esta ocasión, los representantes sindicales contarán con el apoyo de IU, PSOE y CHA. A esta le seguirá una segunda que tendrá lugar ante la sede de la patronal de Cepyme, en la plaza Roma, a las 11 horas; y otra, el mismo día pero a las 18 horas, en la plaza San Juan de Teruel.

Con el lema Stop al encarecimiento de la vida, los sindicatos vuelven a la calle para exigir «un diálogo social con el gobierno que ponga fin a ciertas políticas sociales y económicas que han sido demoledoras para la parte más frágil de la sociedad» e «incrementos salariales que tiendan a recuperar el poder adquisitivo que se ha perdido durante estos años» en el entorno de la negociación colectiva con los empresarios.

Así de contundente se mostró ayer Julián Buey, secretario general de CCOO en Aragón, que compareció ante los medios en Zaragoza junto a Daniel Alastuey, su homólogo en UGT. Este último manifestó que «el diálogo social no avanza», «la vía parlamentaria para cambiar las cosas está resultando tortuosa» y «tampoco avanza la negociación con los empresarios». Estas circunstancias están afectando a la situación de los trabajadores, que siguen ajenos a la recuperación económica que está experimentando el país (por encima del 3%) y que «solo está llegando a las cuentas de las élites empresariales».

En este sentido, Buey se mostró preocupado por «la pérdida de poder adquisitivo» de los trabajadores españoles -de 4,65 puntos desde el 2010 hasta el 2015- una disminución que se está produciendo de «forma injusta». «La pérdida ha sido mayor en los sueldos más bajos, con rebajas de entre un 11 y 13%, mientras que en los más altos ha sido del 2 o 3%», destacó Buey.

«CALIDAD PÉSIMA» DEL EMPLEO

La visión de los sindicatos respecto al mercado laboral tampoco es alentadora. Alastuey criticó que el empleo que se está generando es de una «calidad pésima» y destacó que «está repuntando la temporalidad». «Solamente el 48% de los trabajadores españoles posee un empleo indefinido a tiempo completo», añadió el secretario general de UGT, que recordó que esta situación «es fruto de la reforma laboral». Por ello, Alastuey reclamó la derogación de esta ley y pidió una cobertura «digna» para los desempleados, ya que «500.000 parados de larga duración han tenido que rescatar sus planes de pensiones».

Buey reforzó este argumento recordando que «no es sostenible que más del 90% de los contratos que se están haciendo sean de carácter temporal». Respecto a la negociación colectiva con la patronal, ambos destacaron la imposibilidad de volver a firmar para este año las subidas salariales del 1,5% que propone. «Nosotros planteamos entre el 1,8 y 3%» de incremento, indicaron. Los líderes de UGT y CCOO también exigieron «la recuperación de los servicios públicos para paliar las desigualdades que ha generado la crisis» y criticaron «el aumento de los precios de elementos básicos» como la electricidad.

El punto positivo lo pusieron en la toma en consideración, por parte de la mayoría de los grupos parlamentarios del Congreso, de una iniciativa legislativa popular, auspiciada por UGT y CCOO, que establece una prestación de ingresos mínimos para personas sin recursos. Sin embargo, los sindicatos esperan con escepticismo su tramitación.