Isidre Fainé, presidente de la patronal de las cajas de ahorro (CECA), ha mostrado este martes la voluntad de colaboración de la organización con el Gobierno para reducir la litigiosidad en lashipotecas y aumentar la seguridad jurídica mediante una "reforma en profundidad de la regulación hipotecaria que clarifique las reglas del juego". Durante la 110 asamblea general de la institución, el presidente de la Fundación Bancaria La Caixa también ha destacado que los asociados a la CECA destinaron más de 734 millones de euros en el 2016 a la obra social, el 2,3% más, y ha realizado una contribución fiscal de 4.866 millones: 2.255 millones en impuesto pagados (tipo impositivo del 38%) y 2.611 millones en impuestos retenidos o repercutidos a terceros.

En cuanto a la reforma hipotecaria que ha pedido, Fainé ha argumentado, según una nota distribuida por la CECA, que su aprobación permitirá a las entidades centrarse en la concesión de estos créditos y ha defendido que el sistema hipotecario español ha favorecido el acceso a la vivienda en propiedad a millones de familias gracias a su buen funcionamiento, tipos de interés competitivos y plazos largos. "El acceso de la vivienda en España ha sido un elemento fundamental de cohesión social y ha evitado la creación de guetos y marginalidad (que sí están presentes en otras poblaciones europeas)", ha defendido.

El ejecutivo catalán también ha afirmado que “el esfuerzo de saneamiento, recapitalización y consolidación llevado a cabo por las entidades españolas las sitúa en una posición más favorable que la de otros sistemas bancarios”, y ha asegurado que prueba de ello son los datos de la Autoridad Bancaria Europea, que las sitúan entre las más eficientes de la Unión Europea. No obstante, ha admitido que las entidades todavía tienen el reto de seguir reforzando su solvencia, con requisitos como el MREL (Mínimo Requerido de Pasivos Exigibles), que ejercen "una presión adicional sobre la rentabilidad del sector".

CRECIMIENTO Y REFORMAS

Fainé, asimismo, ha destacado que la economía creció el 3,2% el año pasado, "demostrando una notable resistencia a la hora de asimilar los shocks de naturaleza geopolítica y social que han ido sucediéndose", y ha augurado que el la expansión del PIB en el 2017 "podría superar holgadamente" el 2,5%, "si bien las previsiones están sujetas a un alto grado de incertidumbre por las grandes incógnitas económicas y políticas existentes". La moderación de crecimiento, ha argumentado, "no es preocupante" porque se debe a la previsible desaparición de vientos de cola como el precio del petróleo y la política monetaria expansiva, mientras que los "pilares" de la recuperación internos de la recuperación se mantendrán.

Sin embargo, ha advertido que "todavía queda camino por recorrer", ya que el desempleo sigue rozando el 18%, la deuda pública está en el entorno del 100% del PIB, y el desapalancamiento del sector privado, aunque se encuentra en fase avanzada, todavía no ha finalizado. "La creación de empleo de calidad constituye el norte para orientar las prioridades y pormenores de las políticas económicas y sociales. Las palancas más efectivas son bien conocidas: mejorar el sistema educativo, dotar de flexibilidad a las relaciones laborales, perfeccionar las políticas activas de empleo y fomentar el emprendimiento", ha defendido.