La organización empresarial CEOE ha abierto el debate sobre las medidas necesarias para que la conciliación entre la vida profesional y la familiar sea real y los horarios cubran las necesidades de los ciudadanos, sea como trabajadores o como consumidores. En una primera aproximación al problema, la patronal es más partidaria de que la soluciones se busquen en el marco de la negociación colectiva en los sectores y las empresas que en una ley básica de racionalización de horarios.

Para Val Díez, responsable de la comisión de Igualdad de la CEOE, una ley de horarios «no es realista» porque «unos cerrarían a las seis y otros no». La disparidad de actividades que requieren horarios muy diferentes en un mundo conectado provoca esta contradicciones que la organización empresarial ha recogido en un documento.

«Los mismos que afirman la necesidad por el deseo de acabar antes son los que quieren o necesitan que al finalizar su jornada otros servicios estén abiertos o disponibles para ellos», señala el texto, que cita ejemplos más comunes, como que las guarderías abran antes, que los gimasios cierren tarde y, por supuesto, los supermecercados o tiendas en general que prolonguen sus horarios y estén abiertos cuando terminemos de trabajar. En todos estos servicios hay trabajadores cuya valor se incrementa, a juicio de la patronal, «por su disponibilidad» para dar servicio a los clientes.

Val Díaz afirma que algunos sectores, como el del comercio, han sido sensibles a los cambios de horarios y que la liberación de los mismos ayuda a poder comprar. No obstante, destaca la complejidad del asunto porque no sólo puede haber intereses contrapuestos entre trabajadores y consumidores, sino entre las empresas. Son las grandes las que tienen más facilidad para ampliar los horarios, mientras las pymes se encuentran con más problemas y por tanto con una limitación de su negocio que les hace difícil competir.

Dentro de unos meses, la CEOE tendrá listo un documento de propuestas concretas. En un avance presentado ayer se apuesta por la negociación colectiva para equilibrar los diversos intereses y buscar la flexiblidad en el reparto de la jornada laboral que permita su conciliación.

«La mejor ley de horarios es la del propio horario laboral», señala Díez, y recuerda que se pueden distribuir las 1.800 horas anuales de los empleados de acuerdo con los retos de una sociedad abierta y conectada.

EL COMPONENTE CULTURAL / La CEOE reconoce que el debate sobre el horario y la conciliación en España tiene un alto componente cultural. Es el verdadero «hecho diferencial» con el resto de Europa en donde ni se empieza antes a trabajar ni lo hacen durante más horas.

«Si bien los inicios de la jornada son igualmente tempranos, la finalización es en general mucho más tarde, sin que por ello nuestra productividad sea mayor» señala el documento de la patronal. Elementos como la jornada partida, el clima, el alto valor que se da a la vida social fuera del hogar, el horario de las teles y el gusto por la vida nocturna son elementos que, según la CEOE, han de introducirse como variables en la búsqueda de soluciones hacia la conciliación.