El comité ejecutivo de Cepyme Aragón trasladó ayer al presidente de la DGA, Javier Lambán, algunos de los problemas más graves que sufren las pequeñas y medianas empresas, entre ellos la morosidad, no tanto de las administraciones, sino de las grandes empresas.

Al encuentro, el primero en cinco años de un presidente de Aragón con el comité ejecutivo de Cepyme, también asistió la consejera de Economía, Marta Gastón. El presidente de Cepyme, Aurelio López de Hita, agradeció a Lambán su buena voluntad y capacidad de diálogo en torno a los problemas que afectan a las pymes tras un largo periodo de crisis en el que Aragón ha perdido en torno al 23% de sus pequeñas y medianas empresas y es necesario "apuntalar lo que no se ha caído".

En este sentido, López de Hita pidió a Lambán que estudie "con mucho cariño" la fiscalidad, dadas las repercusiones que la subida de impuestos está teniendo entre pymes en su día a día.

IMPUESTOS Según dijo el presidente de Cepyme, Lambán es consciente de que el aumento de impuestos representa un problema grave y en el momento que se pueda se intentará paliar.

También le informó de la morosidad que acucia a las pymes, no tanto de las administraciones, que según López de Hita "han hecho sus deberes", sino de las grandes empresas, ya que algunas siguen pagando a más de 200 días sin que aún se hayan aplicado las medidas sancionadoras de la ley contra la morosidad. "Las pymes van a remolque de las grandes empresas", lamentó López de Hita, que advirtió además de la necesidad de que se reactive el consumo a base de campañas publicitarias, de calidad y, sobre todo, de "estabilidad y de confianza política y social", aunque admitió que el momento no es el más adecuado.

Y al igual que la fiscalidad y las campañas de promoción turística, reclamó a Lambán que estudie "con mucho interés" las peculiaridades de una provincia tan complicada como Teruel, y sobre ella, López de Hita llamó la atención sobre el futuro de la central térmica de Andorra.

Preguntado por una posible fusión entre Cepyme y CEOE en Aragón, López de Hita rechazó esa posibilidad, que en su opinión se ha difundido "de manera más o menos interesada" cuando cada entidad tiene sus peculiaridades, lo que no quita para que las relaciones entre presidentes sean "magníficas". "Ir todos juntos no quiere decir revueltos", zanjó.