La supervivencia de un buen número de empresas en Aragón durante la crisis económica ha estado inevitablemente ligada a su capacidad para abrir mercados fuera de España. Sin embargo, solo las que habían hecho los deberes previamente y eran más productivas han salido reforzadas. Pues bien, un informe del Consejo Económico y Social de Aragón (CESA) advierte de que "la mitad de las pymes de la comunidad, que ni innovan ni son competitivas, deberán realizar un esfuerzo enorme" en este sentido porque de lo contrario "van a quedar atrasadas y pueden llegar a tener que abandonar su negocio".

El estudio, que lleva por título La internacionalización de la empresa aragonesa, refleja que una nómina muy reducida de compañías (General Motors, Pikolín y BSH Electrodomésticos, entre otras) concentran casi la mitad de las ventas de Aragón en el exterior. Estas firmas aglutinan también buena parte de la innovación, pero no ocurre lo mismo con las miles de pymes que deberán afrontar el reto de ser más productivas durante los años de recuperación económica. Una situación que "compromete seriamente la productividad media de Aragón y la capacidad de competir de nuestras empresas, tanto en el mercado internacional como en el interior", destaca el CESA. Casi la mitad de las compañías son "pequeñas locales", que encuentran "enormes barreras a la internacionalización y apenas tienen planes de acometerla", añade el informe.

No obstante, el organismo pone de manifiesto que, de llevarse a cabo este salto cualitativo, el potencial de éxito para el comercio exterior es "enorme" en Aragón, porque la concentración de las exportaciones en pocas empresas en la comunidad es "cinco veces superior a la media nacional". En esta línea, se pone de relevancia el amplio recorrido de la internacionalización en la comunidad, lo que se traduce en "mayor rentabilidad económica, mayor liquidez, menor endeudamiento, mayor margen de beneficio y, por tanto, poder seguir creciendo tanto en cuota de mercado como en prestigio" para las empresas.

FORTALEZAS Y DEBILIDADES Sin embargo, el informe, que ha sido elaborado por Luis Lanaspa (coordinador del trabajo), Carmen Fillat, Fernando Sanz, Irene Olloqui, Marcos Sanso, Mara González, y Aída Galiano, destaca que "la escasa conciencia de la importancia de la productividad para competir, la falta de una intención por internacionalizarse, el pequeño tamaño, la poca antigüedad y contratar a pocos titulados superiores" se presentan como "debilidades que frenan la salida al exterior" de las pymes. Por el contrario, el estudio señala como fortalezas el capital físico, la participación de capital extranjero y la juventud de algunas empresas.

La profesora de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza, Carmen Fillat, afirma que el tejido productivo de la comunidad "aprovecha menos las formas de organización más creativas y los intangibles como la innovación y el conocimiento" respecto a las empresas del resto de España.

MÁS INVERSIONES El análisis de las empresas aragonesas lleva a la conclusión de que el aumento del número de firmas exportadoras puede conseguirse con "una mayor innovación en el producto y el proceso, más capital humano cualificado e invirtiendo en formación y tecnología". Por tanto, la financiación se antoja como otro elemento decisivo para adentrase en la internacionalización y el "amplio abanico de ayudas públicas" y el regreso del crédito pueden ser también puntos a favor.