Ante las élites económicas, en la ciudad suiza de Davos en el marco del Foro Económico Mundial, el presidente chino, Xi Jinping, no perdió la ocasión de erigirse en defensor del libre comercio ante el viraje proteccionista que se atisba con la toma de posesión de Donald Trump como presidente de EEUU este viernes.

En el estreno de un líder del gigante asiático ante el selecto club que se reúne anualmente en el enclave alpino suizo, donde se analizan y pronostican los riesgos y avances de la globalización, Jinping no desaprovechó la ocasión de actuar como líder y apostar por la globalización y la apertura comercial. Reclamó a los líderes mundiales que digan «no» al proteccionismo que propugna el presidente electo de EEUU, al que no mencionó directamente; y que se eviten guerras comerciales.

Xi inauguró la 47 edición del encuentro que atrae cada año a la élite política, económica y de la sociedad civil. Ante este auditorio, afirmó que muchos de los problemas del mundo no han sido causados por la globalización, lo que generó sopresa en el auditorio.

De todas formas, admitió que lo que fue considerado hace algún tiempo como un «tesoro» se ha convertido en un «arma de doble filo» y en la «caja de pandora» a ojos de muchos, que generó un intenso debate en la comunidad internacional. «El argumento que quiero exponer aquí es que muchos problemas inquietantes no son causados por la globalización económica», sentenció.

Un ejemplo de ello son las oleadas de refugiados desde Oriente Próximo y el norte de África, que se han convertido en preocupaciones globales, pero por causa de las guerras, conflictos y turbulencias regionales. Otro de los grandes problemas ha sido la crisis financiera, motivada por «la caza excesiva de beneficios y el fracaso de la regulación», no por la globalización.

Aunque admitió que la globalización ha creado nuevos problemas, esto no debe ser «ninguna justificación para desecharla del todo».