Quién no ha comido alguna vez los míticos Huesitos o caramelos de menta Respiral. Estas dos veteranas marcas de dulces, que tienen su origen en la antigua Chocolates Hueso, dejarán de estar ligadas a la industria alimentaria de Aragón. La multinacional estadounidense Mondelez International (antes Kraft Foods), actual propietaria de esta emblemática empresa, anunció ayer el cierre de la fábrica de Ateca, lo que dejará en la calle a una plantilla que ronda los 120 trabajadores (107 directos y una docena indirectos). La decisión, que se presenta como irreversible, enterrará los 151 años de historia que atesora este firma chocolatera y hundirá más si cabe la ya de por sí tocada economía de la comarca de Calatayud, recientemente golpeada por la marcha de Kimberly-Clark (230 empleos).

La compañía comunicó en la mañana de ayer a los trabajadores este triste final, que se enmarca dentro de las medidas estratégicas tomadas al otro lado del charco, donde tiene su centro de decisión, para su negocio en Europa. Entre ellas también figura la clausura de otra fábrica en Sevilla. En un comunicado, Mondelez justificó el cierre en "el descenso significativo de volúmenes de producción" de la planta de Ateca, que se ha visto "agravado por la actual evolución económica" española. Como consecuencia, apuntó la empresa, en la actualidad tan solo se utiliza un 29% de la capacidad productiva de esta factoría alimentaria, lo que "hace totalmente inviable el mantenimiento de la misma".

Pero Mondelez Internacional no renuncia ni mucho menos a seguir explotando las exitosas marcas Huesitos y Respiral, ya que deslocalizará la producción de las barritas de chocolate a su planta de Cieszyn (Polonia) y la de caramelos a otra que tiene en Valladolid. La emprea recalca además que "se seguirán distribuyendo con normalidad en España", perdiendo, eso sí, su sello made in Aragón.

Ni el arraigo local de la fábrica de dulces ni la popularidad de sus productos --también hace el snack Tokke-- han frenado a la multinacional estadounidense en su decisión de cerrar. Esto supone un "duro mazazo" para el municipio, tanto por razones económicas como desde el punto de vista emocional, apuntó Fernando José Duce, alcalde de este municipio de 2.200 habitantes. "Es como si nos arrebataran parte de nuestra historia", enfatizó.

SILENCIO DEL COMITÉ Los argumentos esgrimidos por la empresa no parecen convencer a los sindicatos ni al comité de empresa (en manos de UGT y CCOO), que ayer prefirió guardar silencio a la espera de analizar la situación de manera más sosegada. El anuncio, dicen en el entorno de la plantilla, ha cogido por sorpresa a los trabajadores, que no esperaban una medida tan traumática.

La dirección de Mondelez y el comité de empresa iniciarán la próxima semana la negociación del ajuste, que se materializará en un ERE de extinción. La empresa avanzó que ofrecerá prejubilaciones para aquellos empleados que cumplan "determinados requisitos", así como traslados a centros de trabajo que tiene por España y Europa.