El Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) sigue impulsando el coche eléctrico. De hecho, la carga por inducción y sin cables de este tipo de vehículos ya es una realidad gracias al proyecto europeo Unplugged, en el que participa el centro de la Universidad de Zaragoza. Un prototipo que se ha instalado en la sede del CIRCE, en el campus Río Ebro del barrio del Actur, y que está listo para dar el salto al mercado. "Si una empresa quisiera comercializarlo tendría que hacer muy poco porque está casi a punto", explica el director del área de integración de energías renovables del CIRCE, José Sanz.

Este innovador sistema, desarrollado durante los dos últimos años, es mucho más cómodo ya que no es necesario bajarse del vehículo durante la carga, además de que evita cualquier problema de vandalismo y reduce el impacto visual al tener los dispositivos "encapsulados" bajo el suelo. Según indica Sanz, el proyecto ha incluido dos tipos de carga: la lenta (de 3,7 kilovatios), con una duración de ocho horas, y la rápida (de hasta 50 kw), que permite recargar la batería en 20 minutos. "Este el sistema que ha diseñado el CIRCE y la verdad es que abre un abanico de posibilidades", destaca Sanz.

Así, esta tecnología se podría instalar bajo las paradas de autobús para que se recargaran mientras suben viajeros o incluso en carreteras para que los coches siguieran circulando sin detenerse. Eso sí, los vehículos deberán estar adaptados a este sistema de carga por inducción.

A pesar del parón que ha sufrido en España, Sanz confía en el futuro del coche eléctrico porque "es una necesidad". Además, lamenta que Zaragoza se está quedando "un poco atrás" ya que apenas hay puntos de recarga. "Otras ciudades nos sacan mucha ventaja", indica.