Las polémicas cláusulas suelo sí fueron transparentes y legítimas en Teruel. La caja rural de esta provincia, líder en este mercado en la concesión de créditos, ha logrado el aval de la justicia española a este tipo de hipotecas, algo insólito en el sector bancario, que acumula una larga retahíla de varapalos judiciales por la opacidad con que comercializaron este producto. El Tribunal Supremo ha desestimado un recurso de casación de un cliente de la entidad turolense que pedía la nulidad de esta condición contractual al entender que en este caso «cumplía los requisitos de transparencia» legalmente establecidos.

La sentencia de alto tribunal podría marcar «un antes y un después» en la batalla judicial abierta por asociaciones de consumidores y despachos de abogados contra el sector bancario, pero esta vez en favor del criterio defendido por las entidades. «Somos la esperanza para otros bancos», apuntaron fuentes de la cooperativa de crédito. Es un hito porque hasta la fecha el Supremo siempre había valorado como opacas las condiciones que han llegado a la última instancia judicial española. Se trata por tanto de la primera vez que el alto tribunal avala la validez de unas cláusulas suelo, que impiden a los clientes beneficiarse de las caídas del euríbor.

Previamente, la Audiencia Provincial de Teruel ya había destacado que la cláusula suelo de esta caja rural «aparece resaltada en negrita y no se enmascara en el contrato diluyendo la atención del contratante entre otras». Además también recogía que «existen en el procedimiento elementos probatorios que revelan que el establecimiento de dicha cláusula fue negociado individualmente entre los demandantes y la entidad».

éxito judicial / Hasta la fecha Caja Rural de Teruel ha ganado la práctica totalidad de los procedimientos judiciales relacionados con cláusulas suelo. En concreto, los tribunales le han dado la razón en 25 de los 29 juicios a los que se ha tenido que enfrentar en primera o segunda instancia, así como en la causa que ahora ha ratificado en su favor el Supremo.

Al margen de este éxito judicial, la entidad recalca que su política al respecto «siempre ha sido la de mantener una actitud de negociación y diálogo con sus clientes, intentado mejorar sus condiciones», pero sin optar nunca por la devolución de los importes derivados de dichas cláusulas, ya que considera que «siempre ha actuado con total transparencia» y que los procedimientos y la información ofrecida a los clientes «ha sido siempre la requerida legalmente».

Caja Rural de Teruel firmó alrededor del 1.500 hipotecas con suelo, pero la entidad financiera ha suprimido ya esta limitación ante las bajadas de los tipos de interés en el 70% de los casos tras negociar con los clientes y a cambio de elevar el diferencial de los créditos.