La compañía india Tata presentó hoy el coche más barato del mundo, que, con un coste de sólo 100.000 rupias (unos 2.500 dólares), se propone revolucionar el sector de los utilitarios en los mercados emergentes. Bautizado como "Nano", el "coche del pueblo" indio es un cuatro puertas con 30 caballos de potencia y un consumo de 5 litros cada cien kilómetros, que suscita ya comparaciones con utilitarios históricos, como el Volkswagen "Escarabajo", y será comercializado en unos meses.

"Este coche está pensado para dotar a las masas de un medio de transporte. Este país tiene 1.000 millones de personas y la mayoría no dispone de facilidad de transporte. Teníamos que darles el medio", dijo durante la presentación el presidente de la compañía, Ratan Tata. El empresario salió de una zona oscura al escenario en la Novena Feria del Autómovil de Nueva Delhi, donde, acompañado por tres "Nano" -uno rojo, otro plateado y otro amarillo- declaró que su desarrollo no fue fácil porque los costes del proyecto aumentaron con el tiempo.

"Pero una promesa es una promesa", dijo en referencia a las 100.000 rupias (ó 1 lakh, como se dice en la India) que costará el "Nano", aparte de los gastos de transporte e impuestos. El "Nano", que tendrá aire acondicionado en su versión 'deluxe', es un 8 por ciento más pequeño pero tiene un 21 por ciento más de espacio interior que su competidor más directo en la India, el Maruti 800, cuyo precio es de 1,9 lakh.

Pero la competencia no ha esperado a la presentación de hoy para mover ficha: hace sólo dos días, la compañía Bajaj Auto presentó su respuesta al modelo de Tata, un utilitario pequeño y de bajo consumo que, sin embargo, costará más que el "Nano". "Mi escepticismo respecto al coche de Tata no es si Tata será capaz de hacerlo, sino si será capaz de hacerlo por ese precio. No es justo decir que un lakh es el precio de fábrica. Aún no les he oído decir que será rentable", dijo entonces el presidente de la empresa, Rajiv Bajaj.

Hoy, Ratan Tata recogió ese guante, desveló que el "Nano" será rentable en todas sus versiones y pidió a los competidores que hablen en el mercado, donde "el mejor gana". El pequeño utilitario -conocido hasta ahora como "one lakh car"- debe su nombre a su "pequeño tamaño" y su "alta tecnología", según Tata, quien destacó que reúne todas las normas de seguridad y respeta las reglas ecológicas de emisión Euro IV. "Hemos cumplido con las normas de emisión requeridas, con los costes que ello lleva consigo. No es posible tener todo en un coche de 100.000 rupias. Tomadlo como es: sirve para transportar de un modo seguro y cumple con las normas", dijo Tata en la posterior rueda de prensa.

Tata recordó, ante no menos de doscientos periodistas, que el apelativo "one lakh car" procede sólo de la prensa, pero que su compañía decidió mantener el coste del coche en 100.000 rupias como un "desafío". Después de tres años, Tata quiere introducir el "Nano" en los mercados de América Latina, África y el sureste asiático, pero inicialmente se concentrará en la India, donde cientos de millones de personas podrán ahora, al menos, pensarse el adquirir un automóvil.

"No es un coche pensado para la ciudad o el campo. El 'Nano' estará disponible para todos. Mi esperanza es que cambie la forma de transporte sobre todo en las zonas rurales, que no están bien conectadas", aseguró Tata, acompañado por la plana mayor del grupo. El empresario abandonó escenario y salón de prensa junto a sus guardaespaldas, mientras los tres primeros "Nano" fueron objeto de una lluvia de cámaras, "flashes" y curiosos dispuestos a jugar, sin escatimar empujones, a pioneros del coche más esperado en la India.

"Es muy espacioso", "se va a vender como panecillos calientes" , se escuchaba entre la multitud, ansiosa hasta por tocar el coche, mientras una pequeña delegación de críticos de Tata intentaba "boicotear" el evento y en la planta de Singur (este) se procedía a la quema de una réplica del "Nano". El "Nano", el coche de Bajaj o los Maruti quieren dar cuerpo a un naciente "sueño indio", en una sociedad que ha compatibilizado en los últimos años un mayor poder adquisitivo con la existencia de cientos de millones de personas que continúan sin acceso a las cuatro ruedas.

El propio Tata recordó hoy que su idea de hacer un coche de 100.000 rupias proviene de una típica imagen en las atestadas carreteras indias: la familia al completo viajando en precario equilibrio en un ciclomotor. "Hemos cumplido con todo -concluyó el empresario-. Si al consumidor no le gusta un coche, no lo comprará ni por un lakh ni por 1,5 lakhs. Así que dejemos ahora que ellos decidan".