Colombia anunció ayer por sorpresa el inicio de un proceso de venta por liquidación de la filial de Gas Natural Fenosa en el país, Electricaribe, intervenida desde noviembre pasado. La compañía arrastra desde hace meses una situación financiera complicada por el impago de clientes por valor de 1.300 millones de euros. Entre los morosos hay organismos públicos colombianos.

Las autoridades del país aseguraron ayer que la bola de deuda que arrastra la compañía «no costará ni un peso» a los ciudadano colombianos porque los ingresos que se obtengan con la liquidación y venta de activos se destinarán íntegramente a cubrir la deuda de Electricaribe, que suma 750 millones de euros, de los que 565 millones se adeudan a entidades financieras, según los cálculos de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios de Colombia, institución equivalente a la CNMV en España.

La reacción de Gas Natural ayer fue casi inmediata. La compañía anunció que ultima la presentación de una demanda ante el organismo arbitral del Banco Mundial. El objetivo del grupo sería exigir una indemnización que superaría con creces los 1.000 millones, según fuentes del sector.