La veintena de denuncias contra Google --cuatro de ellas de empresas estadounidenses-- recibidas por la Comisión Europea ya tienen respuesta oficial. El colegio de comisarios movió ayer ficha contra el gigante tecnológico norteamericano al acusarle de abuso de posición dominante en las búsquedas on line por favorecer de forma sistemática y artificial a su servicio de comparación de precios (Google shopping) en detrimento de sus competidores. No es el único frente abierto para Google. La comisaria de competencia, Margrethe Vestager, también confirmó ayer que en paralelo investigan si la compañía obliga a los fabricantes de teléfonos móviles y tabletas a dar prioridad a su sistema Android.

"Si se quiere competir en el mercado europeo hay que hacerlo cumpliendo la legislación europea", recordó ayer Vestager pocas horas antes de viajar a Estados Unidos donde espera hablar con las autoridades de Washington sobre el caso Google. Un tema al que están dedicados 45 funcionarios del servicio de la Competencia y que necesitó casi cinco años hasta desembocar en una acusación formal que llega en forma de pliego de cargos y al que la empresa tiene 10 semanas para responder.

Vestager heredó el asunto de su predecesor Joaquín Almunia, que empezó a investigar en noviembre del 2010 y que durante años intentó una solución negociada sin éxito. En solo seis meses, la comisaria ha decidido que hay que pasar a la acción contra una empresa que tiene una cuota de mercado del 90% en las búsquedas generales en internet en la UE y que a su juicio actúa como un "cuasi monopolio".

COMPARADOR DE PRECIOS

"Nuestra investigación preliminar muestra que Google favorece artificialmente su propio servicio de comparación de precios y eso constituye un abuso. Cuando un consumidor efectúa una búsqueda en el motor de Google, los productos de Google se presentan de forma destacada. No pretendemos inmiscuirnos en el diseño, en cómo se presentan las cosas ni el funcionamiento de los algoritmos. Queremos que los consumidores tengan la seguridad de que van a obtener los mejores resultados de compras y no solo los de Google si no son la respuesta más adecuada", advirtió, acusando al gigante de aprovechar su dominio entre los buscadores para obtener ventajas en otros mercados conexos.

Aunque las acusaciones se limitan de momento a este servicio de búsqueda de compras, Vestager aseguró que siguen estudiando el comportamiento de la multinacional en otros terrenos y productos como los viajes, hoteles o mapas y en los que este caso podría sentar un precedente. "Si la investigación confirma nuestras preocupaciones, Google tendrá que hacer frente a las consecuencias legales y cambiar la forma en la que hace negocios en Europa", aseguró la comisaria, sin descartar multas que podrían elevarse al 10% de la facturación anual de la empresa, unos 6.000 millones.

Vestager anunció que han abierto una investigación en profundidad sobre su sistema operativo para móviles Android, el sistema mayoritario utilizado en los dispositivos móviles. Bruselas examinará si la empresa ha vulnerado las reglas antimonopolio de la Unión Europea impidiendo el desarrollo y el acceso al mercado de sistemas operativos móviles rivales, aplicaciones y servicios.

Google replica que los acuerdos son voluntarios y que Android ha sido clave para "alentar la competencia en el mundo del móvil". Sobre el pliego de cargos, sostiene que Bruselas se equivoca e intentará convencer a la Comisión. "Aunque Google sea quizás la herramienta de búsqueda más usada la gente ahora puede encontrar y acceder a la información de numerosas formas y las acusaciones de daño a los consumidores y competidores están lejos de la realidad", advierte.