El pleno del Congreso ha votado este jueves por mayoría a favor de las nuevas leyes del Concierto y del Cupo Vasco para el quinquenio del 2017 al 2021 por el que Euskadi deberá retornar al Estado cada año 1.076 millones de euros después de haber recaudado sus impuestos.

La votación ha contado con el voto en contra de Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera, ha tenido que escuchar críticas muy duras de todos los demás grupos parlamentarios por su "oportunismo" y sus críticas a los "privilegios" de lo que él había bautizado como "el cuponazo" a favor del País Vasco. También han votado en contra de las leyes vascas los diputados del grupo valenciano Compromis, cuyo portavoz ha expresado su deseo de "un sistema de financiación para todos sin ningún tipo de privilegio" y ha mostrado su hartazgo por que la política estatal "gire en torno al eje entre Madrid, País Vasco y Catalunya".

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha sido el encargado de defender en la tribuna del Congreso los dos proyectos de ley acordados bajo la atenta mirada del consejero de Hacienda vasco, Pedro Azpiazu, y del presidente del PNV, Andoni Ortúzar, que seguían con interés la sesión desde la tribuna de invitados.

El ministro de Hacienda, además, se ha comprometido a impulsar la negociación el nuevo modelo de financiación autonómica para las comunidades de régimen común con el objetivo de poder llegar a un acuedo político "en los primeros meses del 2018".

El portavoz socialista, Pedro Saura, se ha mostrado abierto a esta negociación. "Estamos dispuestos a hablar con ustes", ha dicho Saura al ministro Montoro, siempre que, según ha dicho, se garantice que "todos los ciudadanos tendrán derecho a los mismos servicios fundamentales", así como "la suficiencia financiera" de las comunidades para financiar el estado de bienestar "por encima de los vaivenes del ciclo económico.