La presencia de las mujeres en la alta dirección y en los órganos de gobierno de las 35 mayores compañías españolas cotizadas parte de un nivel tan bajo que se puede concluir que algo ha mejorado en los últimos años. De las 26 mujeres que se sentaban en los consejos de administración de las firmas del Ibex 35 en el 2008, se ha pasado en el 2016 a un total de 92 mujeres, según un estudio realizado por Atrevia e IESE. Por primera vez en la historia de España, todas las grandes compañías cotizadas del principal índice de la Bolsa española tienen al menos una mujer en sus órganos de gobierno.

El porcentaje de mujeres en el Ibex 35 ha pasado así en un año del 18,84% al 20%. Sin embargo, el nivel alcanzado de presencia femenina en los consejos gracias a esa mejora experimentada está todavía por debajo de la meta del 40% que recomendó en noviembre del 2013 el Parlamento Europeo y que la Comisión Europea (CE) se negó a convertir en vinculante en diciembre pasado.

PEOR EN EMPRESAS PEQUEÑAS / La única empresa del índice que no tenía ninguna mujer a principios del 2016, Técnicas Reunidas, incorporó en marzo del año pasado a Petra Mateos, exdirectora de Hispasat. En el 2015 tres empresas del principal índice bursátil español seguían sin tener consejeras: Gas Natural, Sacyr y Técnicas Reunidas. Otro dato relevante es que solo hay tres consejeras ejecutivas: Ana Botín, Dolores Dancausa y Vanisha Mittal.

Si en el Ibex las mujeres alcanzan el 20%, en el mercado continuo la presencia es del 13% de media, y entre las 1.000 mayores empresas españolas no sube del 8%, según cifras recopiladas por la iniciativa Women to Watch impulsada por PwC.

Mucho tiene que ver en esa situación el hecho de que los fichajes de consejeros se realizan por recomendación del actual consejero delegado o de otro consejero, que recurren a sus contactos o directamente a excolegas o, incluso, a amigos. Según un estudio de PwC realizado en Estados Unidos, en el 91% de las vacantes se pregunta a otros miembros del consejo para que propongan candidatos. En España, la cultura es idéntica.

«Los consejos se están profesionalizando a golpe de crisis económica. Cada vez que hay una crisis económica como la que hemos vivido, vuelve a darse un empujón a las buenas prácticas. Ahora hay una tendencia a profesionalizar y eso favorece a los mujeres porque en un contexto de meritocracia son competitivas», explican fuentes de Women to Watch.

La presencia de las mujeres en los órganos de decisión es importante, según explican los expertos. En primer lugar, porque es una cuestión de justicia conforme su presencia en el mundo laboral se ha ido ampliando en las últimas décadas. Pero, además de responder a una cuestión de equidad social, también hay argumentos económicos para defender una mayor presencia de mujeres en las cúpulas de las compañías.

PROCESO MÁS LENTO EN ESPAÑA / Las empresas necesitan que sus órganos de gobierno reflejen la diversidad de la sociedad para poder responder a las necesidades de clientes, inversores, consumidores y clientes. Hay estudios que reflejan que los consejos más diversos son más competitivos y más capaces de ofrecer respuestas más creativas y efectivas a los retos de un mercado globalizado y fragmentado. En el ámbito de la diversidad, es importante que las estructuras de gobierno de una empresa globalizada incorporen consejeros extranjeros conocedores de los mercados en los que opera. El Ibex 35 cuenta solo con 88 consejeros foráneos, lo que supone solo un 19,13% del total, a pesar de que la mayor parte de las compañías están internacionalizadas.

La presencia de las mujeres en los consejos en España está siendo un proceso lento porque, al contrario de lo que ha ocurrido en Noruega, Alemania, Francia, Italia y Holanda, donde por ley se ha obligado a las empresas a contar con un porcentaje de mujeres en sus consejos, aquí se ha optado por recomendar, incentivar o impulsar. La ley de sociedades de capital y el código de buen gobierno recomiendan a las compañías cotizadas que se acerquen al 30%, pero sin imponer cuotas.

«La clave está en el proceso de promoción interna de las empresas, cuando más meritocrático, objetivo y transparente sea este, antes se llegará a equilibrar el número de directivas», explica Aurora Catà, socia de la firma de cazatalentos Seeliger & Conde y consejera del Banco Sabadell. Catà constata además: «La buena noticia es que en aquellos casos en que se profesionaliza la búsqueda de un consejero, sí hay una prioridad por buscar mujeres».

¿Cómo se buscan las mujeres consejeras? Cuando no se recurre a una firma profesional, como hizo en su momento por ejemplo Grifols en la elección de Carina Szpilka, muchas se buscan en el entorno más conocido, de la misma manera que ocurre con sus colegas masculinos, por lo que numerosas directivas de reconocido prestigio en España son pluriempleadas en varios consejos a la vez. Este es el caso de Rosa García (Acerinox y Bankinter), Eva Castillo (Bankia, Telefónica), Helena Irene Revoredo Delvecchio (Endesa, Mediaset), Reyes Calderón (Popular y OHL) y el de la baronesa laborista británica Denice Patrice Kingsmill (Inditex e IAG). Luego están las políticas como Isabel Tocino, que fue ministra de Medioambiente con Aznar: se incorporó como consejera en el Santander en el 2007 y actualmente es consejera de Enagás.

Otra cosa que cuesta bastante en España es reducir los consejos. Para ganar eficacia, el código unificado de buen gobierno recomienda la reducción del tamaño, pero las empresas se resisten. Este código aconseja que el tamaño de los consejos oscile entre 5 y 15 miembros, pero el Ibex 35 se pasa de largo. No cumplen ACS, Caixabank, Gas Natural, Mapfre, Repsol y Telefónica. Incluso así, 13 firmas redujeron su tamaño el año pasado.