La conservera Vega del Ebro, situada en Tauste, creará cerca de 30 nuevos puestos de trabajo con la incorporación de una nueva línea de pescado. La planta, que comercializa bajo las marcas Zalea y Miau, invertirá alrededor de 1,5 millones de euros en este nuevo proyecto que le permitirá integrar en su producción calamares, atún y bonito en conserva. Así lo anunció uno de los responsables de la planta aragonesa, Ignacio Osta, en la feria internacional Alimentaria de Barcelona, en la que la firma participó dentro del expositor Aragón Alimentos.

La nueva línea, que previsiblemente se pondrá en marcha el próximo verano, se ubicará en una nave de 2.000 metros cuadrados que se encuentra dentro de sus instalaciones de 15.000, pero independiente del resto de productos.

Para ponerla en marcha, Ignacio Osta, prevé que precisarán de «tres turnos de nueve o diez trabajadores», es decir, entre «25 y 30 nuevos empleados». También, adelanta que la planta tendrá que reubicar las líneas de encurtidos y fruta actuales y adquirir nueva maquinaria.

ESPECIALISTA EN TOMATE / Esta planta, de propiedad riojana y englobada dentro del grupo Celorrio, está especializada en la producción de tomate en todas sus variantes (natural, triturado, frito). No obstante, también produce de manera intensiva, ajos, guisantes, puerro y maíz dulce, así como fruta en conserva. «Este año esperamos producir entre 12 y 13 millones de kilos de tomate en conserva», concreta Ignacio Osta. Otro de sus productos estrella es el ajo en conserva. «Hace muchos años fuimos pioneros y todavía hay gente que no lo conoce», añade.

La conservera Vega del Ebro, que inició su actividad en los años 90, cuenta actualmente en Tauste con una plantilla de 60 trabajadores que llega al centenar en plena campaña. La planta cerró el 2017 con una facturación de alrededor de 16 millones de euros que varía de un año a otro en función de la demanda del propio grupo Celorrio, al que destinan la mayor parte de su producción.