Según un estudio de Esade, durante estas fechas, y tras cinco años de severa crisis, se impone el comprador inteligente. Un perfil que exige calidad, pero que es menos dado a la compra por impulso. Ante una situación ya "normalizada", este consumidor mantendrá un presupuesto medio entre 600 y 700 euros por familia, cuando venía de un gasto de 1.000 euros en el 2007. Esta cifra ha supuesto una reducción del 38%, especialmente en regalos, alimentación extra y ocio extraordinario para estos días. Como recuerdan desde la escuela de negocios, "mucha gente ha acumulado las compras de todo el año para la Navidad". "Muchas veces se trata de cosas que necesita, y que ha esperado hasta ahora para pedirlas a los Reyes", añade. No solo ha estado ahorrando, sino que se ha acostumbrado a utilizar todos los canales disponibles para buscar dónde encontrar el producto deseado más barato.