La producción en serie de una versión eléctrica del Corsa en la planta automovilística de Figueruelas abre una «ventana de oportunidad» que Aragón y su industria no deben dejar escapar. Es el mensaje que ayer lanzó el sindicato UGT, que urgió la máxima implicación de los poderes públicos para liderar desde la comunidad la «revolución» que supone este nuevo modelo de movilidad. Lo cierto es que la factoría aragonesa se va a posicionar a la cabeza del sector del automóvil en España y Europa con el encargo de Opel (grupo PSA), ya que asume uno de los mayores lanzamientos conocidos de un coche con este sistema alternativo de propulsión. Se trataría del primero 100% eléctrico que se fabrica en cadena en nuestro país y uno de los pocos del mercado pensados para clientes de un perfil medio.

Para asumir el reto, la central instó a constituir cuanto antes la Mesa del Automóvil de Aragón, de la que formarán parte los agentes sociales y la DGA. El nuevo órgano debe servir, a juicio de UGT, para tratar todos los aspectos que se derivan de este cambio tecnológico, desde la necesidad de una FP específica sobre este tipo de vehículos a la inversión en I+D o la puesta en marcha de puntos de recarga para que Zaragoza y la región sean punteros en movilidad eléctrica.

También conllevará una transformación de la industria auxiliar del automóvil, en la que habrá empresas que perderán los contratos de Opel y otras los ganarán. Esta transción puede tener efectos en el empleo, advirtió José Juan Arcéiz, secretario general de la Federación de Industria de UGT (FICA), que pidió por ello «diligencia» y anticipación para afrontar las posibles afecciones. «El momento es histórico para nuestra tierra y sería un grave error que lo dejásemos pasar sin hacer nada. Hay un trabajo inmenso por hacer», aseveró.

UGT Aragón celebró ayer una rueda de prensa con el objetivo de poner en valor el nuevo convenio pactado en Opel y los frutos que gracias a ese acuerdo está cosechando la planta de Figueruelas. «El anuncio supera incluso las expectativas que se tenían», apuntó el secretario general del sindicato, Daniel Alastuey en alusión a la producción de la versión eléctrica del modelo, al tiempo que ensalzó la «capacidad de liderazgo» que UGT ha tenido en esta dura negociación, que ha demostrado «el valor del diálogo social» en las empresas.

Sin eventuales ni ETT

En la misma línea se expresó el máximo responsable de UGT en Opel, José Carlos Jimeno, quien recalcó que el plan industrial es la «piedra angular» del convenio y la razón fundamental de que se hayan aceptado sacrificios laborales. En este sentido, agradeció a los trabajadores que hayan reconocido al sindicato «la capacidad y la madurez de llegar a acuerdos». Sobre la calidad del empleo en la factoría, quiso precisar que en estos momentos no hay ningún trabajador eventual ni empresas de trabajo temporal (ETT), «Todos son indefinidos», afirmó, al tiempo que aclaró que el nuevo salario de entrada está por encima del convenio del metal y se equiparará al resto en un plazo de ocho años. «Sin el acuerdo de competitividad (nuevo convenio), el anuncio del Corsa no se habría producido. Estaríamos en un escenario radicalmente distinto», sentenció Arcéiz, quien reiteró que el amago de deslocalizar este modelo «no era broma».

Sobre la incidencia de los planes de Opel en el empleo, UGT estimó la creación de al menos 1.200 nuevos contratos. De ellos, 500 vendrían de la implantación del cuarto turno (fin de semana) el próximo septiembre y otros 700 de la recuperación del equipo de noche de la línea del Corsa a finales del 2019.