Tardía, abundante y de buena calidad. Así prevé la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) la campaña de cereal de invierno en Aragón. Según sus estimaciones, este año se recogerán en la comunidad en torno a 2.634.992 toneladas de cereal de las 790.075 hectáreas sembradas, lo que supondrá un incremento del 30,44% respecto al año pasado, cuando se produjeron 2.020.000 toneladas. El regadío, pese a ocupar apenas el 18,35% de la superficie sembrada, representará en torno al 35% de la producción total.

El secretario general de UAGA, José Manuel Penella, se mostró ayer optimista respecto a la campaña del cereal de invierno, que, aunque comenzará con más de 15 días de retraso debido a una climatología cambiante, auguró «buena» tanto en cantidad como en calidad. «Ha pasado algo que no conocíamos», señaló Penella respecto a la climatología, que fue «propicia» debido a una primavera lluviosa y con «temperaturas frescas» que permitieron, de forma inusual, que el cereal se criara en esa estación. Estas circunstancias han permitido una fase de maduración «correcta» del grano, que se espera «de muy buena calidad tanto en trigos como en cebadas».

Sin embargo, Penella matizó que los resultados serán desiguales por provincias. Mientras que en Huesca se espera una cosecha «excepcional», con unas previsiones que apuntan a las 1.122.950 toneladas, en Teruel confían en recoger 461.420 toneladas y en Zaragoza, 1.015.622. De forma localizada, los volúmenes de las cosechas ubicadas en el Valle del Ebro se verán afectadas por la no nacencia derivada de la sequía y el pedrisco. Los bajos rendimientos de las tierras turolenses han propiciado el impulso de «cultivos alternativos» como la lavanda, la quinoa o la espelta, unos cereales que «diversifican el cultivo», según explicó Penella. «Son productos que demanda el mercado y los agricultores están diversificando para no jugársela a una carta», añadió.

La alta demanda de cereal, debido a la demora de la cosecha, prevé precios «al alza» con incrementos «entre el 6 y el 14%» respecto a las mismas fechas del año pasado, según adelantó el responsable de herbáceos de UAGA, Javier Langa. De este modo, la organización agraria calcula que los precios se situarán en torno a los 205 y los 210 euros por tonelada en el caso del trigo duro, en los 174 en el caso de la cebada y en los 193 en el maíz, un incremento motivado, en este último caso, por «una cosecha mundial corta».