La cúpula del Partido Popular se reunirá hoy en un clima de una creciente presión para tomar una decisión ejemplarizante en relación con el expresidente de Bankia y exvicepresidente y exministro de Economía, Rodrigo Rato. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se reunirá con el Comité Ejecutivo del PP en pleno debate interno en el partido sobre las consecuencias del presunto uso fraudulento de las tarjetas opacas de la entidad financiera.

El PP anunció el pasado 7 de octubre la apertura de un expediente informativo a Rato por el caso de las tarjetas negras, justo un día antes de que el que fuera vicepresidente del Gobierno con José María Aznar durante dos legislaturas fuera citado para declarar como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien le atribuyó un delito de administración desleal y le impuso una fianza civil de tres millones de euros.

El Comité de Derechos y Garantías del PP ha empezado a tramitar ese expediente, pero no ha tomado ninguna medida cautelar como la suspensión temporal de militancia alegando que antes de cualquier decisión deben escuchar las explicaciones de Rato. La propia secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró hace unos días que es de «justicia» oír la versión del expresidente de Bankia.

COMITÉ EJECUTIVO

Rajoy no se ha querido pronunciar sobre si Rato debe seguir o no en el PP subrayando que ese expediente está abierto y que él no debía «prejuzgar nada». El jefe del Ejecutivo destacará previsiblemente en el comité ejecutivo de hoy que las medidas del Gobierno en el sector bancario son las que han permitido destapar casos de fraude como el de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Sin embargo, algunos dirigentes del partido admiten en privado que el PP debe tomar alguna medida porque este escándalo puede pasarles factura.

También se eleva la presión de la oposición después de que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, haya pedido a Rajoy que «copie» a su partido y expulse a quienes utilizaron las tarjetas b. La dirección del PSOE formalizará esta semana la expulsión definitiva de los militantes implicados en el escándalo que no se hayan dado de baja voluntaria. De los 16 socialistas implicados, siete han renunciado al carnet del PSOE.