El crecimiento de Aragón y España se moderará este año, mientras que la reducción de la tasa de paro se frenará a nivel regional. Son las estimaciones que maneja la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio de Zaragoza en su último Boletín de Coyuntura Económica, elaborado por ESI (Economic Strategies and Initiatives). En concreto, prevé una subida del PIB en el 2018 para Aragón y España del 2,7% y 2,9%, respectivamente, dos décimas por debajo en ambos casos del 2017 (2,9% y 3,1%). La novedad es que no se achaca esta ralentización a Cataluña. Los motivos, según el informe, tienen más que ver con el agotamiento del impulso de la propia recuperación, el repunte del precio del petróleo y el previsible endurecimiento de la política monetaria europea en la parte final del ejercicio.

«El problema catalán sí ha influido en la economía catalana, sobre todo en el turismo y los servicios, pero no ha sido de la entidad suficiente como para frenar el ritmo de crecimiento de Aragón y España», aseguró ayer el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza y director del informe, Marcos Sanso, en la presentación del estudio en rueda de prensa junto al director general de la Cámara, José Miguel Sánchez. Aunque se trata de una crisis política aún sin resolver, detalló que sus efectos están ahora «más acotados» de lo que lo estaban hace unos meses.

Este asunto ha afectado negativamente a la comunidad pero, por el momento, no ha tenido un «impacto apreciable» en el PIB regional o nacional del último trimestre del 2017. Aún así, y junto con las negociaciones en curso sobre el brexit, suponen los dos focos de incertidumbre a tener en cuenta, concluye el estudio.

En cuanto al empleo, las predicciones del informe apuntan a que la tasa de paro quedaría a finales de este año en torno al 11% en Aragón, frente al 10,5% del tercer trimestre del 2017 (último dato disponible de la EPA). Sí así ocurre, la mejora de este indicador se estancaría, lo que pone en entredicho los pronósticos de que la comunidad alcanzará el pleno empleo en un plazo de dos o tres años, como así han asegurado en los últimos meses el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, y su homólogo en el Gobierno de Aragón, el consejero Fernando Gimeno.

Para el conjunto de España, la Cámara estima un nivel de desempleo del 15,5% al cierre del 2018. Todo ello en un entorno en el que los precios aumentan a un ritmo interanual del 1,1%, muy por debajo del objetivo del Banco Central Europeo, lo que favorece la competitividad de nuestra economía.

MENOS QUE EN ESPAÑA

Aragón ha crecido menos que España en los dos últimos años y este comportamiento no va a cambiar en el 2018, según las previsiones del estudio. La principal razón de esta brecha es, según Sanso, el menor tirón que ha tenido la industria aragonesa, que ha sido menos flexible a la hora de ajustar los precios de lo que lo ha hecho este sector a nivel nacional. Este factor se ha corregido en el tercer trimestre del 2017, en el que Aragón registró un incremento interanual del PIB algo superior al de España (3,18% frente al 3,11%). Aún así, el estudio no ve indicios claros de que ese diferencial vaya a disiparse en el 2018.

Otra de las carencias de la economía aragonesa es el bajo dinamismo de la demanda interna, que es «débil» si se compara con otras comunidades como Madrid. Y es que, a pesar del crecimiento del PIB, la renta disponible de los aragoneses «no tiene pulso», lamentó el catedrático, lo que puede deberse, agregó, a los bajos salarios de los nuevos empleos. Esto es un motivo de preocupación en la Cámara, cuyo director instó a las empresas líderes de la comunidad que han mejorado su productividad a subir los salarios para dar ejemplo al resto y propiciar una mejora general del poder adquisitivo que incentive el consumo. Así debería ocurrir, precisó, en sectores como el papel y la química.