El año pasado se registraron 357 casos de agresión a empleados públicos de las oficinas de atención de la Administración, según denunció ayer el sindicato CSIF, que lamenta el nulo apoyo a las víctimas por parte de los responsables políticos. Con un promedio de una agresión al día, de las que el 11% comportaron violencia física, las dependencias en las que se registraron más problemas fueron las oficinas de empleo público y las de la Seguridad Social.

El estudio pone de relieve que la crisis está detrás de este aumento de la agresividad, que en la inmensa mayoría padecen las mujeres. Lo demuestra el hecho de que en el primer trimestre del 2015 se han triplicado las denuncias (121). La administración reconoce como causa la frustración generada en muchas personas al serles denegada la nueva ayuda por desempleo para las personas que hayan agotado las prestaciones.