Además de llevarse por delante un buen numero de empresas familiares, la crisis ha ralentizado la salida al exterior de muchas de estas firmas. Así lo aseguró ayer el director de la Asociación de la Empresa Familiar en Aragón (AEFA), Jorge Esteban, quien apuntó que apenas el 37% de estas compañías exporta de forma regular. «La crisis ha parado bastante el proceso de internacionalización, sobre todo de las que estaban a punto de dar el salto al exterior, que tuvieron que replegar alas», lamentó Esteban durante la presentación del nuevo Programa de Análisis y Dirección de Empresa Familiar, que, entre otros objetivos, persigue internacionalizar a estas compañías.

En este sentido, el presidente de AEFA, Daniel Rey, reconoció que la empresa familiar, «casi siempre por una razón de tamaño», está menos enfocada al mercado exterior que el resto de firmas, por lo que apuntó que «aún hay mucho por hacer». «Debemos perder el miedo a no tener el control de la compañía y abrir las puertas a profesionales que pueden mejorar la competitividad», indicó Rey, que recordó que la empresa familiar genera en Aragón el 70% del empleo privado (165.000 puestos), el 69% del valor añadido y aglutina a 28.000 empresas, el 88% del total.

Según apuntó Rey, estas compañías afrontan actualmente dos grandes retos: «Elevar su tamaño para poder competir mejor y ganar eficiencia en cuanto a gestión de los recursos disponibles». La falta de relevo generacional es otro de sus grandes problemas. De hecho, una de cada tres firmas desaparece cuando su máximo dirigente fallece. «Si no cambian las cosas seguirá pasando porque solo el 40% tienen plan de sucesión», dijo.

Rey insistió en pedir la eliminación del impuesto de sucesiones porque «no es justo ni para las empresas ni para los familiares» y puede «poner en riesgo la supervivencia de las firmas». «Hay que tener en cuenta que muchas empresas se podrían ubicar a 150 kilómetros y pagar menos impuestos, pero apuestan por el territorio», concluyó Esteban.