Tienen entre 16 y 30 años, abandonaron los estudios, cuentan con poca experiencia laboral y no encuentran trabajo, o es esporádico y tan precario que casi ni merece ese nombre. Esta es la realidad a la que se enfrentan miles de jóvenes en Aragón, los conocidos popularmente como ninis, un colectivo al que Cruz Roja trata de dar una nueva oportunidad a través del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), financiado por el Ministerio de Empleo y el Fondo Social Europeo. En los dos últimos años, 340 jóvenes de la comunidad ha logrado un trabajo con el apoyo de esta iniciativa, en la que participan más de 120 empresas locales.

«Me quedé embarazada con 17 años y tuve que encontrar una forma de salir adelante», explica Manuela Gómez Peña, una de las beneficiarias del plan de empleo juvenil de Cruz Roja. Vive en Teruel, aunque es natural de la República Dominicana, y gracias a la formación recibida ha logrado trabajar como camarera en el pub irlandés Flanagan’s, una ocupación que compagina con sus estudios. «Estoy a punto de acabar el segundo grado de Auxiliar de Enfermería, que es mi verdadera vocación», cuenta sonriente y optimista con el futuro laboral que le espera.

Ella fue una de las jóvenes que pusieron cara y ojos a la labor de Cruz Roja en una jornada celebrada el pasado martes en el hotel NH Ciudad de Zaragoza, donde se dieron a conocer los resultados de este proyecto de inserción laboral en Aragón. La sesión sirvió para conocer casos de éxito por boca de sus protagonistas, pero también contaron su experiencia como empleadores representantes de algunas de las empresas que colaboran con el proyecto, como Grupo Lacor, Auchan, NH o Panishop. Todo ello en una mesa de debate que contó asimismo con la participación de EL PERIÓDICO y periodistas de otros medios de comunicación.

El proyecto, puesto en marcha en enero de 2016 y que concluirá el 31 octubre de este año, ha permitido atender a 1.021 jóvenes aragoneses, de los que 320 consiguieron una cualificación profesional. Una gran parte de los con los que trabaja Cruz Roja están inscritos en el programa es-tatal de Garantía Juvenil. Antes de trabajar con cada perfil, se realiza un diagnóstico personalizado de sus necesidades: si precisan orientación laboral, retornar al sistema educativo o mejorar su cualificación profesional

«El objetivo no es solo que encuentra tal o cual empleo, lo más importante es enseñarle las herramientas para sepan enfrentarse ellos mismo al mercado laboral», explica Inés Domínguez, técnica del POEJ. El plan juvenil de Cruz Roja se compone de varias proyectos, como Pulsa Empleo, Escuela de segundas oportunidades y Aprender trabajando.