"La colaboración espontánea de hombres libres crea entidades superiores a aquéllas que las mentes individuales hubieran podido elaborar". Lo dijo Friedrich Hayek y lo recordó ayer Juan María Nin, director general de La Caixa. ¿Pero, cómo vería el austríaco, uno de los padres del liberalismo moderno, los pasos que dan los políticos para superar la crisis?

Pese a su llamamiento a la colaboración, Hayek creía en el orden espontáneo del mercado, con lo que probablemente hubiera desaprobado la decisión europea de no dejar caer a Grecia en la quiebra a la que parecía abocada. Pero los líderes del continente no piensan lo mismo, por más que ello nos tenga en vilo desde la primavera del 2010. Y hasta la fecha. Ayer mismo, la falta de acuerdo entre Grecia y la troika internacional para pactar nuevos ajustes que desbloqueen el segundo rescate, que en la víspera parecía inminente, devolvió la sensación de vértigo al mercado.

El Ibex 35, que llegó a coquetear con los 8.900 puntos, dio luego marcha atrás hasta cerrar en los 8.849,3 puntos, casi congelado (0,03% de alza). La prima de riesgo sí se movió al alza, hasta los 323 puntos por la colocación sorpresa por parte del Tesoro de 4.000 millones entre inversores privados, y a pesar de que la demanda dobló lo colocado.

Mientras no se solucione lo de Grecia, el mercado estará en el alambre. E incluso después, nada está garantizado. Relean la cita con que arranca este comentario: ¿sería aplicable a la Unión Europea?