Deutsche Bank intenta taponar la sangría que amenaza con hundir el banco. La primera entidad financiera alemana ha anunciado que recomprará 4.779 millones de euros de deuda sénior no garantizada en una medida destinada a calmar las dudas de los mercados sobre su capacidad de pago, que han llevado al gigante alemán a caer más del 40% en bolsa en lo que va de año. En concreto, la entidad destinará 3.000 millones de euros a comprar deuda denominada en euros y 2.000 millones de dólares (1.779 millones de euros) a deuda denominada en esa moneda. Las acciones de la entidad rebotaron con fuerza ayer tras el anuncio.

Con esta operación, Deutsche Bank pretende demostrar que posee recursos suficientes tanto para comprar deuda como para atender sus compromisos financieros más inmediatos, entre ellos el pago de intereses por 350 millones de una emisión de convertibles, el 30 de abril.

Este proceso de recompra estará abierto durante siete días hábiles para la deuda denominada en euros y durante 20 días hábiles para la deuda denominada en dólares, sujeto a una posible rebaja del precio de recompra en los bonos que se acojan a este proceso a partir del décimo día hábil.

El director financiero de Deutsche Bank, Marcus Schenk, afirmó que mediante esta medida la entidad está aprovechando "las ventajas de las condiciones del mercado" para recomprar su deuda y rebajar así su carga de deuda a "precios atractivos".

REESTRUCTURACIÓN

Deutsche Bank registró pérdidas por importe neto atribuido de 6.794 millones de euros al cierre del 2015, frente al beneficio de 1.663 millones del año anterior, lo que supone el primer resultado anual negativo para la entidad desde el 2008.

La entidad anunció en octubre un ambicioso plan de reestructuración por el que recortará 15.000 puestos de trabajo, incluyendo 9.000 puestos de trabajo a tiempo completo, además de prescindir de otros 6.000 puestos correspondientes a contratistas externos en su área de tecnología global y operaciones.